La agencia de comunicación de Vox destinó el 70% de su facturación de cinco años al epígrafe ‘otros gastos’

La agencia de comunicación de Vox destinó el 70% de su facturación de cinco años al epígrafe ‘otros gastos’

Tizona Comunicación SL, la empresa de Gabriel Ariza y Kiko Méndez Monasterio, gastó de 2018 a 2022 más de 2,7 millones de euros en pagar servicios "de terceros” no especificados.

Una reunión de la directiva de Vox con Gabriel Ariza, dueño de Tizona Comunicación, de pie y al fondo.

Más que una simple agencia de comunicación o una entidad dedicada a la consultoría, Tizona Comunicación SL ha sido el cerebro de Vox durante cinco años. La empresa liderada por Gabriel Ariza -hijo del dueño de Intereconomía, Julio Ariza- y por Kiko Méndez Monasterio -exasesor parlamentario de Vox e íntimo amigo de Santiago Abascal- ha dado formaciones de portavocía a los integrantes del partido, ha elaborado sus discursos y ha ideado sus estrategias políticas. Según las fuentes conocedoras consultadas, todos estos servicios, durante un lustro, se habrían prestado en exclusiva “a Vox y sus satélites”.

Gracias a su actividad de 2018 a 2022 esta empresa se embolsó más de 3,7 millones de euros. Sin embargo, resulta llamativo que el 70% de dicha facturación, 2,7 millones, fue destinado a pagar ‘otros gastos de explotación’ no especificados. Según ha podido comprobar El HuffPost, en el año 2022 la agencia gastó el 99% de todos sus ingresos en esos ‘servicios externos’; en 2021 dedicó un 63% de los mismos; en 2020 un 58%; en 2019 un 92% y en 2018 llegó a gastar 42.050 euros en estos pagos a terceros aun habiendo reportado una cifra de negocios de tan solo 13.700 euros en todo el año. Voces cercanas al partido apuntan que esta es una de las claves del funcionamiento de un complejo “entramado societario” vinculado a Vox.

Es aquí donde se cruzarían los caminos de Tizona y Disenso, la fundación privada creada por Vox en 2020 y que preside precisamente Santiago Abascal. Fuentes conocedoras aseguran que Vox ha utilizado el organismo sin ánimo de lucro como “vehículo e instrumento” para “desviar dinero a terceros”. Es decir, para financiar al resto de componentes de su ‘universo’ empresarial. Uno compuesto por diferentes personas jurídicas -entre las que se encontraría Tizona- pero con tres únicos apellidos al mando de sus órganos administrativos: Abascal, Ariza y Méndez Monasterio.

Kiko Méndez Monasterio junto a Santiago Abascal en un acto de campaña de Vox

Hace tan solo unas semanas ElDiario.es hizo público que la formación verde había traspasado de 2020 a 2023 alrededor de siete millones de euros a Disenso. Un periodo en el que la fundación, a su vez, también habría pagado un millón anual a su personal y enviado más de 1,3 millones de media cada año a la partida de “otros gastos”. Cabe recordar que este epígrafe comenzó a cobrar importancia a raíz de que Macarena Olona, ex del partido, dejara en entredicho la gestión de Vox y su fundación en una entrevista con Jordi Évole.

En esta polémica aparición televisiva, Olona retó a Santiago Abascal a que, como presidente de un organismo que ha recibido millonarias cantidades de dinero público, mostrara en un alarde de transparencia el modelo tributario 347 de la Fundación Disenso. De esta manera se podría seguir el rastro del dinero destinado al epígrafe ‘otros gastos’, o lo que ella denomina como la “cuenta de putas y varios”, para acabar así con las “acusaciones de corrupción”. Sin embargo, eso sigue sin ocurrir.

El único cliente de Tizona

A diferencia de Disenso, Tizona Comunicación es una empresa privada, una sociedad limitada que no está vinculada oficialmente a ningún partido político y, por ende, sus cuentas no están sujetas a la auditoría interna instada por la Ley de Partidos ni a la del Tribunal de Cuentas. Sin embargo, su íntima relación con el grupo parlamentario y con el resto de los organismos vinculados, expuesta públicamente sin tapujos, anima a plantear una duda: ¿Es Vox el único cliente de Tizona?

A esta pregunta Gabriel Ariza respondió que no, a través de un comunicado a esRadio, sin especificar tampoco con quien más trabajaba la entidad. En conversación con este medio, el dueño de Tizona ha explicado que "no tienen por qué someterse a un tercer grado, ni dar explicaciones" al ser una empresa privada. En cualquier caso, ha asegurado que "hay más de 20 entidades a las que Tizona ha prestado servicios", pero recuerda que los contratos están sujetos a una cláusula de confidencialidad. 

Sin embargo, las personas consultadas que conocen el funcionamiento de la empresa de primera mano aseguran que la respuesta es sí, solo si se tiene en cuenta, por ejemplo, que Disenso es Vox debido a que los pagos del partido son su única fuente de ingresos y sus patronos principales son destacados miembros del partido.

Reunión de Vox con Kiko Méndez Monasterio y Gabriel Ariza en la salaTwitter

Hace tan solo unas semanas el Tribunal de Cuentas sacó a la luz, a través de su informe de fiscalización de las cuentas anuales de los Partidos Políticos de los ejercicios 2018 y 2019, la existencia de facturas por un importe de 516.670 euros solo en el año 2019 al “proveedor que gestiona los servicios de comunicación” de Vox. Es decir, la ya mencionada Tizona Comunicación.

El órgano fiscalizador, además, señaló que dichas facturas giradas “indican conceptos de carácter genérico”, apuntando que “sería conveniente que recogiesen un mayor detalle sobre las unidades facturadas, la naturaleza de los servicios prestados y las fechas de prestación de los mismos, habida cuenta del elevado importe facturado”. Ese mismo año las cuentas de la mercantil Tizona Comunicación reflejan que el importe neto que se embolsó la entidad por desarrollar su actividad fue de 682.342 euros. Es decir, de ser Tizona la agencia a la que alude el TC, más del 75% de los ingresos de dicho ejercicio habrían llegado gracias a contratos directos con Vox.

Llegados a este punto cobra mayor relevancia el hecho de que tanto Disenso como Tizona deriven importes tan elevados a una partida tan opaca cuando su principal pagador, siempre según las fuentes, es una formación política que se financia en más de un 65% con subvenciones públicas. 

Sobre el elevado porcentaje de la facturación que su agencia de comunicación ha destinado a la partida de "otros gastos" Gabriel Ariza ha asegurado a El HuffPost que "es lo habitual" cuando se prestan este tipo de servicios: "Hay que pagar abogados, proveedores, profesionales, autónomos..."

El negocio Ariza-Vox

Es cada vez más complicado saber dónde empieza Tizona y donde acaba Disenso o, lo que es lo mismo, donde están los límites entre los negocios de la familia Ariza y los de Abascal. Ambas estructuras han contado con Kiko Méndez Monasterio como pilar fundamental de su cúpula. Gabriel Ariza figura como administrador único de la agencia de comunicación, pero Méndez Monasterio es también otro de los dueños y socios de Tizona, además de secretario de la Fundación Disenso.

Por otro lado, a pesar de que en el registro mercantil sus domicilios sociales son diferentes, es en Nicasio Gallego 9 –actual domicilio social de Tizona Comunicación y antigua sede de Vox hasta 2019- donde Disenso celebra sus eventos, conferencias o coloquios y la consultora da cursos de formación, asesora y “prepara” a los miembros del partido.

En esa misma ubicación también desarrolla su actividad el Instituto de Ciencias Sociales, Económicas y Políticas (ISSEP) de Madrid, marca que es propiedad de Tizona Comunicación. En dicho centro de estudios de nuevo se entrecruzan sus caminos. En la institución figuran como profesores el propio Kiko Méndez Monasterio; el dueño del Grupo Intereconomía y padre de Gabriel Ariza, Julio Ariza; el vicepresidente de acción política de Vox, Jorge Buxadé; el coronel Pedro Baños o el presidente de LaLiga, Javier Tebas, entre muchos otros.

Tampoco pasa desapercibido que en 2020 la empresa Lepanto Estrategy, cuyo administrador único es de nuevo Gabriel Ariza, cediese a la Fundación Disenso de Abascal y Méndez Monasterio por cuatro años el dominio web “lagaceta.es”. La ahora bautizada como La Gaceta de la Iberosfera no es más que la antigua La Gaceta de los Negocios de Julio Ariza. Solo en el año 2022, Disenso dedicó a dicho digital más de 700.000 euros.