La resurrección de ZP: Zapatero se convierte en un baluarte de la campaña del PSOE para el 23J
Las declaraciones del expresidente han revolucionado las redes al reivindicar el legado de avances sociales y la derrota de ETA que se sucedieron bajo sus mandatos.
Tirando de arqueología política, es muy probable que el PSOE haya dado con un yacimiento de mucho interés para las elecciones generales del 23J, su nombre: José Luis Rodríguez Zapatero (Valladolid, 63 años). El que fuera dos veces presidente del Gobierno entre 2004 y 2011 ha revolucionado las redes por sus declaraciones en varias entrevistas sobre la situación actual de España, al mismo tiempo que denunciaba el retroceso que quiere imponer la extrema derecha en la lucha contra la violencia de género.
Y es que es un tema que le toca de manera directa. Frente a lo que dicen algunos de los cargos electos de Vox, como el número dos de esa formación por Valencia, que afirmó que la violencia de género no existía, las declaraciones del expresidente han caído como una bomba en las redes sociales.
En una entrevista para RTVE, Zapatero se revolvió ante la batalla que los ultras están dando en toda España contra las políticas orientadas a eliminar la violencia machista, con la supresión de concejalías de Igualdad por todo el territorio o la prohibición de exhibir banderas LGTBI y las concentraciones contra la violencia de género, en muchos casos mano a mano con el Partido Popular.
Según Xabier Fortes, el periodista que entrevistó al socialista, las palabras del presidente ya habían superado los tres millones de impactos en Twitter y el millón en Instagram, según informa Europa Press.
El expresidente acusó al PP de ser cómplice del "negacionismo" de la ultraderecha y aseguró que esa vía era una equivocación. Al mismo tiempo, criticó la falta de coherencia del partido que lidera Alberto Núñez Feijóo, ya que en 2004 votó a favor de la ley que por primera vez ponía medios para combatir este tipo de violencia en España. Ahora, Feijóo ha opinado que la violencia machista es una "obviedad" y que debido a eso no tiene por qué ser explicitada en los acuerdos de gobierno.
Aquel año, de hecho, fue el que marcó el principio de su trayectoria como presidente del Gobierno, cuando formó el primer Consejo de Ministros paritario en la historia de España, con el mismo número de hombres y mujeres. Sin embargo, las políticas sociales de su Gobierno no se quedaron en 2004 y en la ley contra la violencia de género, fue más allá.
También se aprobó el matrimonio homosexual, una de las grandes banderas del PSOE a lo largo de los años para reivindicar su carácter progresista y al mismo tiempo para atacar al PP, que siempre se mostró contrario a la legislación hasta el punto de recurrirla ante el Tribunal Constitucional por considerar entonces que "desnaturalizaba el matrimonio".
En las dos legislaturas que gobernó, también se promulgó una reforma del divorcio que eliminó el requisito previo de que existiera una separación previa para hacerlo efectivo; o la Ley del Aborto de 2010. Esta última fue muy contestada también por el Partido Popular, que junto con la Conferencia Episcopal organizaron grandes movilizaciones contra la misma en las calles.
Aun así, a día de hoy Zapatero puede presumir de haber sido hasta el momento el último presidente que ha ganado las elecciones de manera contundente con más de 160 dipitados dos veces seguidas.
Su primera victoria, la de 2004, cosechó 164 escaños tras una movilización total de la izquierda después de que el Gobierno de Aznar acusara a ETA de estar detrás de los atentados del 11-M, cuando todo apuntaba a que era una venganza de los islamistas de Al-Qaeda tras el apoyo que el gobierno del PP dio a la invasión de Irak.
Pero es que en las segundas elecciones, las de 2008, y a pesar de los ataques constantes de la derecha y sus movilizaciones, el PSOE mejoró sus resultados hasta los 169 representantes, tan solo a ocho de la mayoría absoluta.
La lucha contra ETA
Ha sido otra de las grandes apariciones de Zapatero durante las últimas semanas. Después de una campaña en la que la derecha y la extrema derecha han atacado al PSOE acusándole de "pactar con terroristas" en referencia al partido independentista vasco EH Bildu, con lemas como "Que te vote Txapote". El expresidente también ha contraatacado por este flanco.
Fue en una entrevista con Carlos Herrera, en la cadena COPE, en la que a este respecto, y en lo que se refiere a lucha antiterrorista, Zapatero se mostro inflexible y tajante. Ante la pregunta del periodista "¿Me está diciendo que fue el partido socialista el que acabó con ETA?", la respuesta fue rotunda: "Mi Gobierno, sí. Sí, lo digo. Bajo mi Gobierno se terminó ETA, se entregó ETA, se rindió ETA. Sí, lo digo y lo afirmo y lo sé".
Las legislaturas socialistas de Zapatero estuvieron marcadas por el terrorismo, que seguía golpeando y matando. Pero hubo un punto de inflexión. El 22 de marzo de 2006 la banda terrorista anunció un alto el fuego, algo que el Ejecutivo saludó con el inicio de un proceso de paz para poner fin a la violencia armada de la banda.
Sin embargo, seis meses después, un atentado en la T4 del aeropuerto de Madrid Barajas acabó con toda posibilidad de que esa vía fructificase. Las detenciones a militantes de la banda terrorista se sucedieron sin parar durante varios años, con golpes policiales dirigidos por el Ministerio del Interior, entonces dirigido por Alfredo Pérez Rubalcaba. Tras el hostigamiento, los terroristas anunciaron en octubre de 2011 el cese definitivo de la lucha armada.
Los males
Por contra, los problemas se multiplicaban ya desde 2007 y empañaban todos esos logros. Con el estallido de la burbuja de las hipotecas subprime en Estados Unidos, que contagió a la economía mundial, España sufrió uno de los mayores golpes de su historia económica. Zapatero y sus gobiernos habían heredado unas cuentas de bonanza, pero apoyadas principalmente en un modelo productivo en el cual el sector de la construcción era el principal motor económico. Justo el primero en ser golpeado.
El Ejecutivo reaccionó entonces con un optimismo demasiado pronunciado, estableciendo líneas de crédito oficial en el conocido como Plan E, al mismo tiempo que pedía confianza. De aquella época es la frase de los "brotes verdes" que en realidad nunca llegaron a germinar.
Esa pérdida de crédito fue la que acabó con el PSOE perdiendo popularidad y con la situación económica muy dañada, con niveles de paro elevados y algunas de las reformas polémicas de su mandato: una reforma laboral que abarataba el despido, el retraso en la edad de jubilación o el pacto que firmaron el PSOE junto con el PP para modificar la Constitución para que primara el pago de la deuda aunque ello supusiera recortes en el gasto público.
Toda esa situación condujo al 15-M, con una gran contestación social en la calle y a la derrota electoral del candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba en noviembre de 2011, cuando el PP obtuvo mayoría absoluta. Sin embargo, la situación económica dista mucho de ser la misma que entonces.
Han pasado 12 años desde entonces, varias elecciones, nuevos partidos, una pandemia, un volcán y hasta una guerra en Europa. Y aún con todas España tiene hoy unos niveles récord de empleo, con 20,7 millones de afiliados a la Seguridad Social, y el número de parados más bajo desde, precisamente, 2008. Tras el golpe de la pandemia, que hundió el PIB, este viernes se ha anunciado que los niveles de contabilidad nacional ya han vuelto a aquellos niveles, los de 2019, antes de la emergencia sanitaria.
Todo apunta a que en la próxima campaña electoral Zapatero podría tomar un papel protagonista. Su figura es una efeméride socialista en cuanto a derechos sociales, y aunque en economía no pueda sacar pecho, para eso ya está la actualidad.