¿Ha robado Sánchez la bandera económica al PP?

Si hay algo que molesta en Génova es la acusación pública o entre bambalinas de que no tiene plan económico ni referentes en la materia. Y esa es precisamente de una de las principales bazas con la que juega Pedro Sánchez, en su intento de revertir la tendencia de las encuestas, que le dan como perdedor en las elecciones de julio. En Moncloa creen que hace ya meses que robaron a Alberto Núñez Feijóo esa bandera, y que los datos avalan su gestión. “La economía española va como una moto. No lo digo yo. Lo dicen el BCE, el FMI y la OCDE”, sacó pecho el presidente este fin de semana.

Los últimos sondeos publicados en los medios de comunicación confirman lo que ya avanzaron fuentes de la dirección nacional a El HuffPost. Que Feijóo estaría en disposición de superar la barrera psicológica de los 150 escaños en el Congreso de los Diputados, clave para tratar de impedir la entrada de Vox en el gabinete gubernamental. Y ello está motivado “por la animadversión a Sánchez, por encima de cualquier otra cosa”, según las fuentes consultadas en la dirección.

“Quedan 42 días para que acabe todo esto, para pasar página del deterioro institucional, los escándalos, las chapuzas y la cesiones al independentismo. Quedan 42 días para poner punto y final al sanchismo. Y lo vamos a hacer”, enfatizó Feijóo el domingo, dejando claro que ese sigue siendo su mensaje clave para llegar a la Moncloa: la derogación del sanchismo.

Si bien, el PP también trata de pinchar el globo de que la economía va bien. Aseguran que el cielo no está tan despejado como proclama el Gobierno. Así lo sugirió el propio Feijóo la pasada semana y también su número dos, Cuca Gamarra. “Es incomprensible el triunfalismo del Gobierno”, destacan los populares, que en privado reconocen que han perdido fuelle en la materia. A la espera del detalle programático, Feijóo ya avanza su intención de rebajar el IRPF a las clases medias y bajas.

El resumen que hacen en Génova de la economía patria es muy distinto al de Moncloa: “España es el último país de la UE en recuperar el PIB previo a la pandemia, sigue siendo líder en desempleo, vivimos el mayor episodio inflacionario de las últimas cuatro décadas, somos el país que más renta disponible ha perdido de la OCDE, estamos en fase de deterioro del tejido empresarial y tenemos un billón y medio de euros de deuda pública y un déficit del 4,8%”, según las fuentes consultadas.

Además, se han empezado a filtrar nombres sobre gurús económicos de Feijóo, en un intento de apuntalar su alternativa económica. Algunos son rostros ya conocidos como el de Luis de Guindos, Fátima Báñez o Isabel García Tejerina, ministros en tiempos de Marian Rajoy. Y Pablo Hernández de Cos, como publica ABC, es el más deseado por muchos sectores del partido en caso de ganar y gobernar tras los comicios del 23 de julio. “Los españoles tienen que percibir que tenemos un proyecto económico y un equipo solvente”, es la petición recurrente de destacados barones territoriales.

Según el equipo de Sánchez, si el debate económico empieza a copar la actualidad política, entonces tendrán mucho ganado. “El PP está incómodo con la economía. Solo basta recordar las declaraciones de Gamarra sobre los datos de la OCDE. Los españoles no perciben que las cosas vayan más, al revés. Si llevamos el debate a las cuestiones del comer, podemos sacar pecho”, en palabras de un destacado miembro del PSOE.

“Nosotros tenemos a Nadia y ellos a nadie”, resaltó Sánchez ante su ejecutiva, elevando a su vicepresidenta económica, Nadia Calviño, a referente del PSOE en esta campaña pese a no estar afiliada. Y Calviño ya está ejerciendo como ese puntal socialista. Este lunes, compareció en Ferraz y, con las siglas del partido detrás, avanzó que el Ejecutivo prorrogará la bajada del IVA de los alimentos básicos además de retar a “la persona del PP que vaya a coordinar ese espacio de la política económica” a un cara a cara televisado. "Es evidente que el PP no quiere hablar de economía porque la economía española va muy bien", afirmó.

“Tenemos que levantar la cabeza y exhibir nuestra gestión. Si no hay ruido, el PP no tiene donde rascar. Se pasó todas las municipales y autonómicas hablando de Bildu”, remataron las fuentes consultadas del lado socialista. Aunque en las estructuras territoriales, después de la confección de las listas electorales que tanta tensión han provocado, los ánimos siguen muy bajos. “Si el PP está ya en 150, es prácticamente imposible. En lo que estaríamos es en salvar los muebles”, según un destacado dirigente autonómico.