Se fijan en lo que se oculta en "el centro de la tormenta" del expediente al jefe de control en la frontera de Gibraltar
El inspector insiste en que las normas de Schengen exigen que se sellen los pasaportes de todos los nacionales de terceros países, incluidos los gibraltareños.
Nuevas noticias sobre la decisión de la Dirección General de la Policía Nacional de abrir un expediente al inspector que, por su cuenta y sin recibir instrucciones por parte del Ministerio del Interior o de Exteriores, dio orden a sus subordinados de pedir y sellar pasaportes a los ciudadanos gibraltareños en la frontera con España.
Fuentes policiales han indicado a EFE que el expediente informativo no está resuelto y, por tanto, el agente aún no ha recibido ninguna sanción.
Los hechos se remontan a octubre cuando el Gobierno de Gibraltar denunció que España estaba incumpliendo los acuerdos adoptados entre España y Reino Unido de mantener el libre tránsito de personas y mercancías hasta que se firme un tratado sobre el encaje de la colonia británica tras el brexit.
Según este acuerdo provisional, los gibraltareños, británicos y españoles no muestran el pasaporte en la Verja, una decisión que de forma puntual ha incumplido desde octubre la policía española por orden de este mando lo que ha provocado colas y retrasos en el paso fronterizo, según el gobierno del Peñón y de la Asociación Sociocultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg).
El diario británico uroweeklynews.com da cuenta de nuevos detalles sobre este 'incidente'. La dramática medida provocó largas colas en la frontera desde las 10.30 horas, y el tráfico retrocedió hacia Gibraltar. Pero tan repentinamente como empezó el sellado de pasaportes, se detuvo bruscamente al mediodía, cuando llamaron al inspector y rápidamente le apartaron de sus funciones. Sus superiores querían que los controles fronterizos siguieran siendo "relajados" para evitar retrasos, pero el inspector insiste en que las normas de Schengen exigen que se sellen los pasaportes de todos los nacionales de terceros países, incluidos los gibraltareños.
El inspector había estado discutiendo con sus superiores durante meses sobre cómo deberían aplicarse las reglas de Schengen a los británicos que cruzan a España. El inspector presentó originalmente una denuncia legal el 22 de noviembre, argumentando que no verificar los pasaportes viola la ley. Ahora, se dispone a añadir a la denuncia los cargos de coerción y abuso de poder.
¿Su preocupación? Permitir que los gibraltareños entren sin sellos significa que su tiempo en la UE no está siendo monitorizado, lo que crea un riesgo potencial para la seguridad. Dio la alarma en cuatro cartas oficiales entre septiembre y octubre, exigiendo instrucciones escritas sobre por qué se estaba operando en la frontera de manera diferente. Esas cartas supuestamente fueron ignoradas.
En el centro de la tormenta hay una zona jurídica gris: ¿quién es responsable si a los agentes fronterizos se les ordena eludir las leyes de la UE? El artículo 6 de Schengen establece las condiciones de entrada para los nacionales de terceros países, mientras que el artículo 11 exige sellar los pasaportes. Pero los agentes en la frontera de Gibraltar sólo han recibido órdenes verbales de hacer la vista gorda, nada por escrito. La disputa sobre la frontera de Gibraltar está lejos de terminar.
