"Sudaca", "tucumano": los insultos xenófobos de Vox contra Gerardo Pisarello

"Sudaca", "tucumano": los insultos xenófobos de Vox contra Gerardo Pisarello

Al partido de Santiago Abascal no le molestaron tanto las palabras del diputado de Sumar como que las hubiera dicho alguien nacido fuera de España.

El secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello (c), interviene en el pleno del Congreso.EFE/JJ Guillen

A Vox no le molestaron tanto las palabras de Gerardo Pisarello como que estas fueran dichas por una persona nacida en Tucumán, Argentina. Así lo atestiguan los insultos que recibió este jueves el diputado de Sumar durante el debate para la aprobación definitiva de la ley de amnistía

Desde la bancada del partido ultraderechista se escucharon palabras de agravio contra todo aquel que defendiera la amnistía, pero a ninguno de ellos les recordaron su lugar de nacimiento, solo a Pisarello. No se escuchó ningún “madrileño” o “vallisoletano” con tono despectivo, pero sí “sudaca” o “tucumano”.

Si, como explicaba Martín Caparrós en The New York Times para resignificar el vocablo ‘sudaca’, “las palabras no tienen más sentido que el que muchos quieren darles”, la significación que los diputados de Vox no deja lugar a dudas. Su uso da la razón a la acepción de la RAE, que lo considera un “adjetivo despectivo” para referirse a un sudamericano o hispanoamericano.

El ‘sudaca’ de Vox es el que se usa todavía hoy en muchos partidos de fútbol para insultar a jugadores sudamericanos. No en vano, detallaba Caparrós, “fueron barras bravas del Real Madrid y el Barcelona los que empezaron a usarla como insulto”. Es el ‘sudaca’ de la agresión racista que se produjo en el Metro de Madrid hace unos años. Es el sudaca que dos policías locales de Las Palmas de Gran Canaria utilizaron en febrero de 2021 para insultar y agredir a cuatro personas.

Los insultos a Pisarello llegaron después de que el diputado de Sumar contestase a las alusiones del líder de Vox, Santiago Abascal, durante su discurso. En su respuesta, Pisarello, "nieto de republicanos andaluces”, se mostró orgulloso de “ser catalán y latinoamericano”. “Aunque fuera de Senegal o Donosti, los que vivimos y trabajamos aquí no aceptamos ninguna lección de los señoritos que siempre han vivido del cuento y que forman parte de organizaciones históricamente islamófobas, antisemitas y que han ido a rendirle pleitesía al carnicero de Rafah”, señaló.

La fijación de Vox con Pisarello por sus orígenes no es nueva. En septiembre de 2020, de hecho, llegaron a espetar en Twitter que habría que haberle “devuelto a Argentina con una patada en el culo”. Entonces, la exdiputada brasileña de ERC María Carvalho y conocida activista contra el racismo, quiso, como Caparrós, resignificar el término ‘sudaca’. Lo hizo desde la tribuna del Congreso: “Toda mi solidaridad sudaca, antifascista y decolonial con el compañero Pisarello”.

Caparrós terminaba su artículo apelando a la reapropiación del concepto: “Usarla, apropiarla, mimarla, proclamarla: ser sudacas”. “Y si hay haraganes que suponen que con solo identificarnos – con decir quiénes somos o ni siquiera, de dónde venimos – nos insultan, que no se crean que es tan fácil: que trabajen, que busquen algo mejor”.

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Me llamó Héctor Juanatey, aunque como dice Xoan Tallón, eso no importa, todo el mundo tiene un nombre. Me gusta escribir y contar cosas. En El HuffPost escribo de política, y como política lo es todo, decirles esto es como decir todo y decir nada.

 

Sobre qué temas escribo

En El HuffPost escribo, como ya les dije, de política, que es todo. Si quisieran entrar más en detalle, les cuento: por gustar, me gusta escribir de todo aquello que me preocupa dentro y fuera de la redacción. En los últimos años, por ejemplo, he estado investigando el ascenso de la extrema derecha, una suerte de virus invisible que crece cada día más. Un crecimiento, sin embargo, que también tiene responsables, y en ellos me gusta fijarme, ya sea Elon Musk, Mark Zuckerberg o influencers de ultraderecha con cada vez más adeptos. Pero también la política es causa de la desafección de la que beben los ultras. De ahí que no haya que olvidarse nunca de temas fundamentales como la vivienda; en definitiva, de las condiciones materiales de la ciudadanía. Por ese motivo, también, y desde la cobertura que hice para Público durante el 15M en la Puerta del Sol, en Madrid, he centrado gran parte de mi trabajo en las diferentes reivindicaciones de la movilización social. Sospechen siempre de aquellos periodistas que acostumbran a agobiar con la cantinela de la objetividad. Al final, solo buscan desprestigiar el sentido mismo de la profesión.

 

Mi trayectoria

Pese a todas las advertencias, desde que me decanté por estudiar periodismo (Licenciatura y Máster en Periodismo de Investigación), a excepción de un parón en el que trabajé en discurso y comunicación política, he tenido la suerte de dedicarme a escribir. Empecé en La Voz de Galicia y, tras dejar la terruña (Galicia) y mudarme a la capital en busca de oportunidades laborales, pasé por Público, La Sexta, fui redactor fundacional de eldiario.es, y he escrito para un buen número de medios como Praza.com, la revista Luzes, Playground Magazine, La Marea, Vanity Fair o CTXT. En una ocasión estuve en el campamento de refugiados de Dajla, en el Sahara, y de allí me traje unas breves anotaciones que fueron publicadas como libro, ‘Dajla. Apuntes desde o Sahara’, editado por Praza. En otra, entrevisté a Txema Guijarro, una de las personas que trabajó en el asilo de Julian Assange y Edward Snowden, y esos diálogos se transformaron también en libro, ‘El analista. Un espía accidental en los casos Assange y Snowden’, de Libros del KO. En otro lapso de tiempo, creé junto a los cómicos Facu Díaz y Miguel Maldonado un programa de humor, La Tuerka News, porque tengan claro que sin risas nos vamos a la m*****.

 


 

Cómo contactar conmigo:

Podéis escribirme a hjuanatey@huffpost.es. Se aceptan insultos, siempre y cuando tengan cierta gracia. Estoy en X/Twitter (@hectorjuanatey), Bluesky, (@hectorjuanatey.bsky.social), Instagram (@hectorjuanatey) y TikTok (@hectorjuanatey). Lo curioso es que, en el fondo, me gustaría que desapareciera más de una de estas plataformas.