El último golpe de efecto de Pedro Sánchez: un todo o nada a una carta

El último golpe de efecto de Pedro Sánchez: un todo o nada a una carta

Lo que empezó como un lunes de resaca electoral se ha vuelto en el inicio de la campaña para las generales, que se celebrarán el 23 de julio. 

Pedro Sánchez, el pasado 23 de mayo, en un acto del PSOE.Europa Press via Getty Images

Cuando salía el sol por la mañana, este 29 de mayo parecía un lunes de resaca electoral. Los ganadores, el PP, recuperándose de la fiesta tras su gran victoria y la alegría —lógica— en Génova. Los perdedores, la izquierda, lamiéndose las heridas. La desolación fue total tanto en el PSOE, que perdía cinco comunidades autónomas, como en Podemos, que desaparecía de numerosos parlamentos y dejaba de ser relevante.  

Durante la noche apenas se habían dejado ver líderes de izquierdas para valorar la debacle. Apenas Pilar Alegría, portavoz de la Ejecutiva socialista y ministra de Educación, por parte del PSOE. Silencio en Podemos y en Sumar. Ni Ione Belarra ni Yolanda Díaz, cuyo partido no concurría, se pronunciaron. 

Mientras la derecha celebraba y la izquierda lamentaba, en el palacio de La Moncloa se estaba fraguando el último gran golpe de efecto de Pedro Sánchez. De madrugada, el presidente del Gobierno rumiaba una decisión trascendental para su futuro político y para el futuro político del país. 

A primera hora de la mañana, llegaba el mensaje de la Secretaría de Estado de Comunicación: Pedro Sánchez comparecería en Moncloa para realizar una declaración institucional. El asunto era gordo. 

Y tanto. "Acabo de mantener un despacho con su majestad el rey en el que he comunicado al jefe del Estado la decisión de convocar un Consejo de Ministros esta misma tarde para disolver las Cortes y proceder a la convocatoria de elecciones generales en uso de la prerrogativa que la Constitución atribuye al presidente del Gobierno". 

Bombazo en toda regla. Sorpresón general. Manos a la cabeza de muchos que tenían contratadas vacaciones a finales de julio al escuchar que la fecha de los comicios será el domingo 23 de julio. 

Un nuevo golpe de efecto de Pedro Sánchez, muy acostumbrado a estos fuegos de artificio. Si la jugada le sale bien o mal, se verá en dos meses, pero lo cierto es que con su anuncio el presidente del Gobierno ha logrado neutralizar el efecto informativo de la victoria del PP: menos de 24 horas después del 28M sólo se habla del 23J.

Rápidamente se abrían muchos interrogantes tras el anuncio del presidente del Gobierno. Como qué pasa a la izquierda del PSOE, donde Podemos y Sumar tenían pendiente cerrar las negociaciones para ir juntos a las generales. 

A las pocas horas ya había respuesta. Ione Belarra, líder del partido morado, en otra comparecencia sin preguntas, anunciaba que estaban ya "trabajando para darle a la ciudadanía progresista de este país la noticia que lleva tanto tiempo esperando". "Para que este espacio político se presente unido a las elecciones y salgamos a ganar, no sólo a revalidar el gobierno de coalición, sino a gobernar con más fuerza", añadía. 

Minutos antes había reaccionado la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, quien hablaba de "salir a ganar" desde su cuenta de Twitter. "Este país tiene mucho futuro. Son tiempos de audacia. Tenemos un proyecto para seguir dando respuesta a los desafíos sociales, ecológicos y económicos de nuestro país. Frente a la España negra de Feijóo, salimos a ganar. La gente nos está esperando", afirmaba. 

No tienen tiempo que perder estas dos formaciones si quieren llegar a un acuerdo sobre cómo confluir. Tienen hasta el 9 de junio para comunicar una eventual coalición a la Junta Electoral. Apenas diez días desde que se convoquen elecciones este martes. 

Al PP el anuncio le pilla en plena inercia y su líder, Alberto Núñez Feijóo, no ha perdido ocasión para pedir "una mayoría clara, incontestable y contundente para iniciar un nuevo rumbo". "Mejor cuanto antes", ha dicho el líder de los populares sobre la convocatoria, lo que no le ha impedido quejarse poco después de que Sánchez convoque a los españoles a dos elecciones en 54 días. 

"España dio ayer el primer paso para abrir un nuevo ciclo político. Convoco desde este mismo instante a todos a culminar ese ciclo político que finaliza el 23 de julio. Pero el sanchismo no ha sido derogado todavía. España está convocada a hacerlo en 54 días", ha expresado Feijóo.

Para el líder del PP, el Ejecutivo de Sánchez es "un modelo agotado" que "debe terminarse para siempre". "La España que no ha soportado este lustro del sanchismo no puede consentir cuatro años más", ha agregado. 

Lo cierto es que a los populares las elecciones les pilla en alza, sí, pero también llegarán en plenas negociaciones para constituir los distintos gobiernos regionales y locales... con la ultraderecha. 

Porque Vox será clave para poder acceder a los gobiernos de esos territorios donde el PP dio el vuelco. Y eso, ironías de la vida, puede facilitar el relato del PSOE para las generales, ya que los socialistas quieren plantearlas como elección entre ultraderecha o progreso. 

¿Será suficiente esta estrategia para sobrevivir al tsunami azul que barrió España este domingo? ¿Creará el efecto deseado en el votante de izquierdas el anuncio electoral de Pedro Sánchez? ¿Podrá escribir un nuevo episodio de su Manual de Resistencia?

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Jefe de Política de El HuffPost