Andreas y Ananda , pareja suiza que deja todo para mudarse al lado de España: "Con 30.000 euros al año se puede vivir muy cómodamente"
El matrimonio confía en el valor de las criptomonedas.

Una decisión arriesgada pero correcta. Andreas, de 37 años; de la mano de su pareja, Ananda y su hijo de 18 meses, han vendido su casa, y han dejado sus trabajos en su país natal para mudarse a Portugal. Tal y como rezan en el diario L'Essentiel, antes de que se acaben sus ahorros, aseguran que el valor de sus bitcoins habrá explotado lo suficiente como para asegurarse un futuro sin preocupaciones económicas.
En declaraciones recogidas por el medio de comunicación, el padre de familia asegura que "estaba al borde del agotamiento": padecía migrañas, mareas, y con su jornada de más de doce horas sufría agotamiento permanente. Esto fue determinante para emprender la aventura. Por el momento, no se ha arrepentido.
El protagonista avanza que ahora se encuentran viviendo en un pequeño piso con vistas a las Serra da Estrela, en la mitad norte del país vecino. "Un sueño ya en marcha", asegura. "Aquí en Portugal podemos vivir bien con 30.000 euros al año".
En la actualidad, la pareja se encuentra negociando la compra de un terreno en ese país. El proyecto en cuestión: una pequeña granja de una hectárea, un huerto, olivos, algunas gallinas. "Buscamos la máxima independencia, una vida sencilla y sincera". Por ello, creen que pueden vivir con 30.000 euros anuales.
El hombre suizo se embarcó en el mundo de las criptomonedas en 2018, cuando compró sus primeros bitcoins por unos 3.000 dólares (unos 2.600 euros en la conversión actual). Ahora, tras "cientos de horas de investigación", está convencido de que podrán vivir decentemente gracias a esto, aunque niega cuántas criptomonedas posee en la actualidad. "No está planeado. Pero ya existen soluciones para conseguir un préstamo garantizado por bitcoins". "Otra opción", asegura, "venderlas en pequeñas cantidades".
Asimismo, y según la publicación, la caída del 30% de las criptomonedas en las últimas semanas, no le afecta. "En siete años, lo he visto todo. Incluso si volvieran a bajar de los 50.000 dólares, sería una oportunidad para comprar más. Estoy convencido de que ascenderá aún más en el futuro", ultima. En el caso de que esto no ocurra, "habremos vivido algo increíble. Ver crecer a mi hijo día tras día no tiene precio. Somos extremadamente privilegiados".
