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Arqueólogos españoles tropiezan con una piedra y acaban dando con los primeros artistas del mundo

Arqueólogos españoles tropiezan con una piedra y acaban dando con los primeros artistas del mundo

El hallazgo podría revelar una de las abstracciones más antiguas conocidas del rostro humano en el registro prehistórico global.

David Álvarez Alonso et Al.

Cuando un equipo de excavación desenterró el curioso guijarro, en julio de 2022, su extraña forma llamó la atención de inmediato. "La piedra tenía una forma extraña y un punto ocre rojo que realmente nos llamó la atención", explicó David Álvarez Alonso , arqueólogo de la Universidad Complutense de Madrid. El equipo quedó impresionado porque las hendiduras en la piedra se parecían a los rasgos de un rostro. "Todos pensábamos lo mismo y nos mirábamos por su forma: todos pensábamos: 'Esto parece un rostro'. Pero obviamente eso no era suficiente. A medida que continuábamos con nuestra investigación, sabíamos que necesitábamos información para poder avanzar en la hipótesis de que había algún propósito aquí, este era un objeto simbólico y que una posible explicación, aunque nunca lo sabremos con certeza, es que esto era la simbolización de un rostro", explica este experto. 

La cuestión es que el contexto del hallazgo, junto con la ausencia de objetos similares, añadió peso a esta interpretación y desencadenó una investigación multidisciplinar. Este descubrimiento, que ha sido este año publicado, el pasado mayo, en la revista Archaeological and Anthropological Sciences ha reavivado el debate sobre las capacidades simbólicas de los neandertales. El equipo, que se trata de un grupo de arqueólogos españoles, descubrió el guijarro de granito en cuestión, de 20 centímetros, en San Lázaro , cerca de la ciudad de Segovia, y se cree que podría suponer el ejemplo más antiguo conocido de arte portátil, y lo que parece ser la huella dactilar humana más antigua del mundo . 

El artefacto, que data de hace aproximadamente 43.000 años, presenta una marca deliberada de ocre rojo colocada precisamente donde estaría la nariz en una piedra con forma de cara. Los investigadores sugieren que esto puede indicar una capacidad neandertal para el pensamiento simbólico y la expresión artística, lo que desafía las suposiciones sostenidas durante mucho tiempo sobre la exclusividad del Homo sapiens en el dominio del arte temprano.

Para comprobar si la marca roja había sido colocada deliberadamente, los arqueólogos colaboraron con expertos forenses de la policía científica española. El análisis reveló que la marca ocre había sido aplicada con la yema de un dedo humano, probablemente de un hombre adulto. "Nos pusimos en contacto con la policía científica para determinar si estábamos en lo cierto en que el punto había sido aplicado con la yema de un dedo", relata Álvarez Alonso, "y confirmaron que así era". 

Este resultado llevó al equipo a clasificar el punto como una huella dactilar, posiblemente la impresión completa más antigua jamás encontrada. Combinado con su colocación precisa, la impresión reforzó el argumento de que esto no fue una ocurrencia aleatoria, sino más bien un acto deliberado imbuido de significado simbólico . Los investigadores propusieron que lo que estaban viendo era pareidolia , la tendencia humana a ver rostros en los objetos, lo que llevó a un momento de expresión miles de años antes de que comenzaran los movimientos de arte moderno.

Según los investigadores, esta piedra parece haber sido recogida del lecho de un río y traída a la cueva, y el pigmento, compuesto de óxidos de hierro y minerales arcillosos , no se encontró en ningún lugar dentro o cerca de la cueva. "No podría haber sido una coincidencia que el punto esté donde está, y no hay marcas que indiquen ningún otro uso", dijo Alonso. "Entonces, ¿por qué trajeron este guijarro del río al interior de la cueva? Y, lo que es más, no hay ocre dentro de la cueva ni fuera de ella. Así que debieron haber tenido que traer pigmento de otro lugar". Esta intencionalidad implica planificación anticipada, abstracción y proyección simbólica, todos ellos rasgos tradicionalmente atribuidos únicamente al Homo sapiens .

Las implicaciones académicas de este hallazgo son, por tanto, relevantes, ya que la mencionada piedra con puntos rojos demuestra los tres pilares cognitivos necesarios para la creación artística: concepción de la imagen , comunicación intencional y atribución de significado, como ellos mismos explican. "El hecho de que la piedra fuera seleccionada por su apariencia y luego marcada con ocre muestra que había una mente humana capaz de simbolizar, imaginar, idealizar y proyectar sus pensamientos sobre un objeto", escriben los autores en el artículo publicado. 

"Además, en este caso", añaden, "podemos proponer que tres procesos cognitivos fundamentales están involucrados en la creación de arte: la concepción mental de una imagen, la comunicación deliberada y la atribución de significado. Éstos son los elementos básicos que caracterizan el simbolismo y, también, el arte prehistórico (no figurativo)". Si se acepta su interpretación, esta piedra podría erigirse como una de las abstracciones más antiguas conocidas del rostro humano en el registro prehistórico global, y una de las señales más claras hasta ahora de que los neandertales pueden haber participado en la revolución cognitiva que durante mucho tiempo se creyó dominio exclusivo del Homo sapiens .