El alcalde pierde su otro trabajo un año antes de jubilarse, pero un panadero le contrata: "Me he reinventado"
Sociedad
Sociedad

El alcalde pierde su otro trabajo un año antes de jubilarse, pero un panadero le contrata: "Me he reinventado"

"Si una calle se cierra, hay que buscar otra", añade.

Panadero sacando pan horneado del horno en una panadería.CARRASCSA J.L..

Los políticos son figuras públicas en las que los ciudadanos deberían poder fijarse o verse reflejados. Un caso de buen ejemplo es Arnaldo Pitton, alcalde de Meduna di Livenza, un pueblo italiano de 3.000 habitantes en la provincia de Treviso

A las tres de la madrugada, mientras la mayoría duerme, él comienza su jornada en la panadería del municipio. Se pone el delantal, enharina la mesa y comienza a amasar. Al mediodía, se sacude la harina, se cambia de ropa y se dirige al Ayuntamiento. "Antes de dar buenos consejos hay que dar buen ejemplo", afirma a Corriere Del Veneto el político de 57 años.

"Si una calle se cierra, hay que buscar otra"

Pitton se encuentra en su segundo mandato y es muy querido por los vecinos por su cercanía y compromiso. Sin embargo, hace unos meses, sufrió un revés inesperado al perder su trabajo como responsable de mantenimiento de una empresa local: "La empresa entró en dificultades financieras y acabé despedido"

Al principio fue un "alivio", pero después descubrió que no se habían pagado sus cotizaciones a la seguridad social, por lo que no podía acceder a prestaciones por desempleo. "Cuando recibí la comunicación del INPS, me quedé atónito. ¿Y ahora qué hacemos?", recuerda. 

A solo un año de su jubilación, no podía arriesgarse, ya que su sueldo de alcalde, al trabajar al mismo tiempo, era de 8.000 euros brutos anuales, lo que equivale a poco más de 500 euros al mes, en lugar de 26.000 euros. Y esto sin incluir la cotizaciones. 

Entonces, llegó la propuesta de Michele Berti, dueño de la histórica panadería del pueblo. "Acepté de inmediato", afirma. "Hoy, 9 de septiembre, empecé. Llegué a las 3, me explicó lo básico, me dio el armario y las herramientas. Y empecé a amasar", detalla. Orgulloso, grabó un vídeo de sus primeras barras de pan y los subió a redes con el título "jefe encubierto", en referencia al famoso programa de televisión.

"Ahora voy a aprender un oficio. Me gusta. Puedo ser un ejemplo para los jóvenes: uno puede reinventarse, a cualquier edad", comenta. El contrato en la panadería termina el 31 de diciembre. Hasta entonces, seguirá siendo alcalde y panadero para ganarse la vida. "Hoy recibí cientos de mensajes, sobre todo de jóvenes. Algunos me dijeron que era valiente. Pero para mí no es una cuestión de valentía: es sentido común. Si una calle se cierra, hay que buscar otra", concluye.

¡Mantente al día con El Huffpost! Sigue todas las noticias desde tu móvil en nuestra APP. Puedes descargarla tanto para Android como iOS.

Comentar:
comentar / ver comentarios