El desconocido y efectivo método para limpiar a fondo el horno mientras duermes

Limpiar el horno suele ser una de las tareas más engorrosas. La grasa incrustrada, los restos de comida y la suciedad acumulada hacen que muchos la pospongan durante días e incluso semanas o meses. Sin embargo, hay un método natural que promete resultados brillantes. Además, permite descansar mientras el electrodoméstico se limpia prácticamente solo.

El proceso es simple y no requiere productos químicos agresivos. Antes de irte a la cama, prepara una mezcla espesa de bicarbonato de sodio y un poco de agua. Aplícala con una cuchara o espátula sobre las paredes interiores del horno, evitando las resistencias y esquinas difíciles. Si deseas un aroma más fresco y un impulso extra para eliminar la grasa, añade unas gotas de limón a la mezcla.

Una vez aplicada, cierra la puerta del horno y olvídate del tema por la noche. Durante las horas de sueño, el bicarbonato actuará lentamente, ablandando la suciedad gracias al calor residual del horno. Al despertar, bastará con pasar un paño húmedo para retirar los restos de la mezcla y la suciedad disuelta. No se necesita fregar, tallar ni usar productos tóxicos: la limpieza se hace casi sola.

Si quieres potenciar aún más los resultados, hay un truco adicional. Precalienta el horno a 80ºC y, cuando alcance la temperatura, apágalo. Luego, coloca una olla con vinagre blanco en la rejilla superior y otra con agua hirviendo en la inferior. Cierra la puerta y deja que los vapores trabajen durante toda la noche.

A la mañana siguiente, abre el horno con cuidado, retira las cazuelas y mezcla el vinagre restante con un poco de jabón. Usa esta solución con una esponja para limpiar suavemente el interior. Enjuaga con agua limpia y seca con un paño.