El Imperio Romano a una hora de Madrid y con un pueblo idílico

El Imperio Romano estuvo presente en la península ibérica durante siete siglos, un tiempo de la historia que ha llegado hasta nuestros días a través de vestigios y restos arqueológicos imponentes. Muchos son conocidos, como el teatro de Mérida, el acueducto de Segovia o la muralla del Lugo. 

Sin embargo, a sólo una hora en coche de Madrid, uno puede descubrir una de las grandes joyas romanas que todavía se conserva en buenas condiciones. Y poca gente conoce, además, su existencia. Hablamos del Parque Arqueológico de Segóbriga, en Saelices (Cuencia), uno de los conjuntos arqueológicos romanos más importantes de la meseta. 

Se conserva parte de la muralla de esta antigua ciudad, el teatro, las termas, el foro, el aula basilical, diferentes casas y el anfiteatro, en el que pudieron sentarse unos 5.500 espectadores. El conjunto de ruinas fue declarado monumento histórico-nacional en 1931.

Segobriga es un yacimiento singular para entender las características urbanas de este período al no contar con ninguna ciudad actual superpuesta. A ello se suma el paisaje circundante, que se ha mantenido prácticamente intacto desde época romana, ayudando a contextualizar y entender la ciudad, su espacio extramuros y el territorio.

La ciudad de Segóbriga fue centro de control económico y de comercialización de las minas de lapis specularis o yeso traslúcido hasta la caida del Imperio Romano. A finales del siglo VI d.C. Segóbriga era cabeza de un importante obispado visigodo. La invasión musulmana de la Península Ibérica provocó su despoblación definitiva, cuando sus obispos y élites gobernantes huyeron hacia el norte, buscando el amparo de los reinos cristianos.

Si quieres visitar la zona, puedes adquirir tu entrada a través de este enlace. El acceso gratuito para visitas individuales (1-14 personas) será los martes y viernes, de 16:00 a 18:00 h (Horario de Invierno) y de 16:00 a 18:30 (Horario de verano), salvo festivos. Si son más de 15 personas, hay que coger entrada de grupos. 

Y si te desplazas, no te olvides visitar Saelices. Allí podrás encontrar su iglesia de San Pedro, la casa-palacio de Martínez Falero y los restos del castillejo de Luján, construido en la segunda mitad del siglo XVI.