Emerge en los mares el superyate Leviatán de 432 millones de euros con garaje de submarinos, hospital y 450 kms de cableado
Lo más impresionante de la embarcación no son los salones ni la piscina, sino lo que no se ve: unas 280 millas (450 kilómetros) de cableado ocultos tras los paneles de madera y metal pulido.

El magnate de los videojuegos Gabe Newell, fundador de Valve y creador de títulos icónicos como Half-Life y Dota 2, ha llevado su amor por la ingeniería y la tecnología a otro nivel. Su nueva adquisición, el superyate Leviathan, no solo redefine el lujo marítimo, sino que también muestra hasta qué punto la tecnología puede transformar una embarcación en una auténtica ciudad flotante.
Construido por el astillero holandés Oceanco, el Leviathan (antes conocido como Project Y722) mide 111 metros (364 pies) de eslora y es una de las mayores embarcaciones privadas jamás construidas. Su coste estimado oscila entre 375 y 535 millones de dólares, y su nombre no podía ser más apropiado: Leviatán, la criatura marina bíblica.
Un cerebro de 450 kilómetros de cableado
Según Luxury Launches, lo más impresionante de la embarcación no son los salones ni la piscina, sino lo que no se ve: unas 280 millas (450 kilómetros) de cableado ocultos tras los paneles de madera y metal pulido. Esa red eléctrica es el “sistema nervioso” del yate, encargado de mantener en funcionamiento desde el aire acondicionado hasta los sistemas de entretenimiento, las comunicaciones por satélite y la seguridad interna.
“Es lo que da vida al barco”, explican los técnicos de Oceanco. Sin ese complejo entramado, el Leviathan sería “una carcasa de acero flotante”. Con él, en cambio, funciona como un ecosistema digital autosuficiente, capaz de ofrecer al propietario el mismo nivel de conectividad que tendría en su residencia en tierra.
Lujo extremo y diseño funcional
El diseño del Leviathan ha sido el resultado de años de colaboración entre arquitectos navales, ingenieros, diseñadores de interiores y el propio Newell, que pasa largas temporadas viviendo a bordo. El objetivo: combinar comodidad y funcionalidad, lujo y eficiencia.
El yate puede albergar a 24 invitados y a una tripulación de 38 personas. Su suite principal destaca por su baño de parquet, armarios de fresno con tiradores de cuero y vistas panorámicas al mar. El gimnasio de los invitados ocupa una amplia zona acristalada, y la tripulación dispone de su propio espacio de entrenamiento.
En la cubierta principal se encuentra una piscina de 11 por 5 metros con rompeolas integrados, un helipuerto, un cine privado, un club de playa de 250 metros cuadrados con spa, jacuzzi, bar y horno de pizza, además de garajes repletos de juguetes acuáticos, submarinos y motos de agua.
Tecnología y sostenibilidad en el mar
Bajo el lujo, la ingeniería del Leviathan es igualmente avanzada. El barco está propulsado por un sistema diésel-eléctrico con baterías, que le permite navegar de forma silenciosa y sin emisiones durante largos periodos. También dispone de un sistema de tratamiento de aguas residuales que cumple con los estándares medioambientales más estrictos.
Los materiales fueron elegidos por su durabilidad: composites en lugar de teca, piedra pulida y alfombras de lana natural. Todo pensado para reducir el mantenimiento sin renunciar al confort.
Además, el yate cuenta con un hospital completo a bordo, con escáner, suministro de oxígeno y alojamiento para personal médico permanente, lo que permite al propietario permanecer semanas en alta mar sin depender de la costa.
