La justicia británica frena la extradición de Assange y abre la puerta a otro recurso

Julian Assange gana tiempo, pero lo más importante, gana otra oportunidad. El Tribunal Superior de Londres ha autorizado este lunes que el periodista australiano y cofundador de Wikileaks esquive la extradición a EEUU, al tiempo que abre la puerta a que continúe apelando con un nuevo recurso.

Assange podrá recurrir dos de las tres garantías ofrecidas por EEUU sobre el tratamiento y condiciones que recibiría si fuera extraditado a dicho país en el marco de la causa que pesa sobre él por revelación de secretos, una serie de acusaciones por las que podrían caerle 175 años de cárcel. Eso sí, ese recurso tendrá que realizarse en otra audiencia futura.

Cabe recordar que fue en marzo cuando este alto tribunal británico concedió autorización provisional para que Assange pudiese apelar por tres motivos una eventual extradición. Sin embargo, también permitió a EEUU que se pronunciase a la hora de ofrecer garantías satisfactorias. 

Concretamente, de que no solicitaría la pena de muerte -existente en dicho país- y que en un juicio se le permitiría invocar la Primera Enmienda -Assange es ciudadano australiano- con el objetivo de intentar basar su defensa legal en el derecho a la libertad de expresión que recoge la carta magna estadounidense en esa modificación. ¿Qué ocurrirá ahora? Assange continuará en la cárcel británica de Belmarsho, pero contará con varios meses para preparar esta nueva apelación. 

La defensa legal de Assange desconfía de las 'garantías'

La clave de todo lo que rodea a esta nueva fase del complicado horizonte judicial de Assange -cuya extradición fue autorizada en 2022, pero ha ido sufriendo distintos retrasos por esta serie de recursos y cuestiones- pasa por esas 'garantías' mínimas que pretenden dibujar una suerte de reglas en el juicio. A sabiendas de que no hay nada que obligue después a que imperen en dicho proceso.

Precisamente, esta es una de las líneas de la defensa legal de australiano, que aún hoy mismo puso el foco de nuevo en que da igual que la Administración Biden ponga sobre la mesa esas garantías prometidas mediante una nota diplomática, puesto que la Justicia estadounidense podría aplicar la ley "independientemente de lo que haga o diga el Ejecutivo", en palabras del abogado Edward Fitzgerald, quien cree que dichas garantías "no significan nada".

Precisamente, el letrado rememoró este lunes una afirmación realizada por el fiscal estadounidense al frente del caso, Gordon Kromberg. Puso sobre la mesa la posibilidad de que el ministerio fiscal basase su argumentación que "los ciudadanos extranjeros no tienen derecho a la protección bajo la Primera Enmienda, al menos en lo que se refiere a información de defensa".