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La mejor alternativa a la playa en Barcelona: una piscina natural con castillo y sendero para todos los públicos

La mejor alternativa a la playa en Barcelona: una piscina natural con castillo y sendero para todos los públicos

Desde sus torres se puede contemplar el valle del Ter y, en días despejados, incluso divisar los Pirineos.

Vistas a BarcelonaGetty Images

Ubicada a poco más de una hora en coche desde el centro de Barcelona, la piscina natural de Castell de Montesquiu se ha convertido en un destino emergente para los amantes del turismo de interior. Rodeada de frondosos bosques y con el majestuoso castillo de Montesquiu dominando el paisaje, esta piscina de agua dulce se alimenta de un arroyo de montaña que garantiza una temperatura refrescante incluso en los días más calurosos del verano.

A diferencia de las playas urbanas, donde el ruido y la masificación pueden restar encanto a la experiencia, este enclave ofrece un ambiente sereno y familiar. La zona de baño está perfectamente integrada en el entorno natural, con zonas de sombra bajo los árboles, áreas de picnic y acceso adaptado para personas con movilidad reducida. Además, el agua no contiene cloro ni productos químicos, lo que la convierte en una opción más saludable y respetuosa con el medio ambiente.

Uno de los grandes atractivos del lugar es el sendero circular que rodea el castillo y conecta con la piscina. Este recorrido, de baja dificultad y apto para todas las edades, permite disfrutar de vistas panorámicas del parque natural del Montseny y descubrir rincones escondidos entre encinas y robles. A lo largo del camino, paneles informativos explican la historia del castillo, que data del siglo XIII, y la biodiversidad del entorno, lo que convierte la excursión en una experiencia educativa además de recreativa.

El castillo de Montesquiu, que se puede visitar durante todo el año, añade un componente cultural a la jornada. Su interior alberga exposiciones temporales, visitas guiadas y actividades para niños, lo que lo convierte en un complemento ideal para quienes buscan algo más que un simple baño. Desde sus torres se puede contemplar el valle del Ter y, en días despejados, incluso divisar los Pirineos.

El acceso a la piscina natural es gratuito, aunque se recomienda llegar temprano para encontrar aparcamiento y un buen sitio junto al agua. En temporada alta, el ayuntamiento local organiza actividades como yoga al aire libre, talleres de naturaleza y conciertos acústicos al atardecer, lo que refuerza el carácter comunitario y sostenible del lugar.

Para quienes no disponen de vehículo propio, existen opciones de transporte público hasta la estación de tren de Montesquiu, desde donde se puede llegar caminando en menos de 20 minutos. Esta accesibilidad, sumada a la belleza del entorno y la variedad de actividades, ha hecho que cada vez más barceloneses opten por esta alternativa a la playa tradicional.