La surrealista 'vuelta al cole' de estas jovenes: se llevan la sorpresa de sus vidas

La surrealista 'vuelta al cole' de estas jovenes: se llevan la sorpresa de sus vidas

Inexplicable situación la que vivieron estas tres jóvenes en su centro de trabajo.

Despido de trabajoGetty Images

La experiencia vivida por tres jóvenes, Cintia, Mariana y Rubí, ha dejado perplejos a todos los que han escuchado su historia. Y es que, cuando cualquier persona se va de vacaciones, aunque sean unos días, como el caso de estas chicas -se fueron del 31 de julio al 7 de agosto- todo el mundo espera que a la vuelta siga todo igual que antes de marcharte, pero este no fue el caso.

Durante la mañana del lunes han sido entrevistadas en 'El programa del verano' de Telecinco, cuando han relatado la surrealista e inexplicable situación que les ha tocado vivir a su vuelta tras una semana de desconexión.

Según han comentado, el día 8 de agosto acudieron a su puesto de trabajo como cualquier día antes de las vacaciones cuando se toparon con que el local se encontraba cerrado y no había nadie en su interior.

Nadie daba explicaciones

Tras unos minutos de dudas, optaron por llamar a sus jefes a ver qué podía estar ocurriendo, pero la llamada no encontró contestación al otro lado del teléfono, algo que ya comenzó a extrañar más de la cuenta a las tres. Pero no quedó aquí, ya que al mirar a través del escaparate del local, se dieron cuenta de que estaba totalmente vacío, como si se estuviera tratando de una mudanza.

Tras esta inaudita situación, decidieron preguntar a los vecinos de la zona por si conocían a que se debía el cierre temporal de la empresa y ahí llegó la sorpresa, al confirmarles que la dueña había estado comentando por el barrio que se trataba de una reforma, algo que no cuadraba en absoluto con las aparentes circunstancias en las que estaba el local.

De hecho, todo hacía indicar, como así se confirmó, de una estampida por parte de la dueña, que decidió desaparecer de forma súbita sin previo aviso a sus trabajadoras, dejando de esta forma a sus empleadas en la calle y a muchos de sus clientes con los tratamientos a medias, debido a que el centro aceptaba bonos por sesiones, que muchos de ellos ya  habían pagado.