Paco, fontanero jubilado que viajó a Guinea Ecuatorial para llevar agua corriente a un pueblo: "Toda ayuda es poca"
Un malagueño se enrola en una ONG para montar una canalización de agua hasta un pueblo: les ahorra tres kilómetros de caminata, sobre todo a los niños. Todo un ejemplo a seguir.

"¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón", reza el himno oficioso de los cooperantes, obra de Fito Páez. No hace falta más. La solidaridad es dar lo que uno tiene, lo que puede, por la vía que sea. Unos curan a heridos, otros llevan alimentos y otros, por qué no, ponen sus llaves inglesas y sus alicates al servicio del bien.
Es lo que ha hecho un malagueño llamado Francisco Martín, conocido como Paco el Cubano, un vecino de la localidad de Canillas de Aceituno, en la Axarquía, donde ejerció como fontanero del ayuntamiento durante toda su carrera. Ahora está jubilado y ha decidido poner sus conocimientos y su tiempo al servicio de los demás.
Su historia la ha contado el diario SUR: Francisco decidió ayudar a la ONG Contagia Solidaridad, de la localidad de Arriate, que tiene un proyecto en Guinea Ecuatorial. Con sus herramientas a cuestas, se trasladó al país africano para poner en marcha la canalización del agua desde un pozo, ya construido el año pasado, hasta un depósito para abastecer de agua a los habitantes Mebere, un pueblo en el que trabaja la entidad.
Un gesto que va a permitir que sus vecinos se ahorren caminar tres kilómetros hasta el poblado más próximo con agua, lo que va a transformar su vida, de sus rutinas a sus comidas o su higiene. Especialmente, en el caso de los niños, que eran los que se encargaban de esta tarea con asiduidad. Ya no más: hay grifos en su aldea gracias a Paco.
"Venimos cansados pero con la satisfacción del trabajo realizado. Nos hemos entregado sin reservas, desde el corazón y ahora volvemos a nuestra realidad, a nuestro día a día en España, pero algo de nosotros se queda en esta tierra que ojalá algún día pueda mejorar su situación de pobreza", dice, ahora a la vuelta, el nuevo cooperante. "Nos quedamos con las 250 personas atendidas por nuestros sanitarios y por supuesto con el agua que ha llegado al pueblo de Mebere. Somos un pequeño grupito que se ha hecho enorme con vuestra ayuda y solidaridad", añade en Facebook la ONG con la que ha viajado al país.
La experiencia ha sido tan buena para el jubilado que ya piensa en volver y ayudar donde se le necesite. Ha tomado plena conciencia de que todo grano hace granero, por eso ha lanzado un mensaje claro: "toda ayuda es poca y que ésta será bien recibida, no sólo para mantener este pozo de vida, sino también para ayudar en el hospital construido hace unos años en Nson Msomo y en el que el equipo sanitario voluntario ha realizado alrededor de 250 consultas a pacientes con diferentes enfermades, de los que 114 pasaron por quirófanos", explica al citado medio.
El alcalde de Canillas de Aceituno, Vicente Campos, ha querido agradecer en nombre de los vecinos de la localidad axárquica "este gran gesto de solidaridad de uno de los nuestros, muestra del gran corazón y valentía de este pueblo, que siempre está allí donde se le necesita". “Actitudes como las de Paco nos engrandece como personas preocupadas por las situaciones de pobreza y desigualdad vividas en otros lugares más o menos cercanos”, ha añadido en un comunicado.
El aplauso a Paco no sólo viene de su regidor, sino de los usuarios de redes sociales, que han mostrado su admiración por la generosidad de un hombre que podría estar descansando tras años de trabajo y se ha cruzado medio mundo para echar un cable, o una tubería, en este caso. "Esto sí que es un verdadero influencer. Personas que realizan acciones que tienen un impacto positivo en la vida de otras personas. Oleee por él!!!", se lee en uno de los mensajes.
