Tras 29 horas de espera en urgencias, esta mujer de 80 años descoloca a todos con su reseña
Su hija denuncia que pasó más de un día en los pasillos del CHU de Dijon antes de la operasen por un ictus, pero lejos de culpar al hospital, le ha dado gracias al personal.
Los testimonios de una mujer francesa de 80 años y de su hija ha vuelto a poner sobre la mesa la saturación que vive la sanidad pública en Francia. En declaraciones a France Info, Sophie relató que su madre esperó unas 29 horas en el servicio de urgencias del Hospital Universitario (CHU) de Dijon antes de trasladarla a neurocirugía como consecuencia de un accidente cerebrovascular. A pesar de la demora, la familia no le ha reprochado nada ni al hospital ni a su personal, sino todo lo contrario: agradece su humanidad y entrega.
Sophie llevó a su madre al centro médico el domingo 2 de noviembre al mediodía ante la sospecha de que podría sufrir un ictus. Tres años antes, a una paciente en esa situación la habrían atendido allí, inmediatamente, pero esta vez la experiencia ha sido muy diferente. “Llegamos el domingo a la una de la tarde y había un cartel enorme que decía ‘15 horas de espera media’”, contó. En la primera valoración, la enfermera clasificó a su madre con el nivel verde —el de menor prioridad— al no presentar síntomas graves. “Podía caminar, el habla había mejorado y no parecía urgente”, explicó su hija, que asegura reconocer los signos de un ictus por lo vivido anteriormente.
Las horas fueron pasando sin que la situación cambiara. A medianoche la paciente fue sometida a un escáner cerebral y, a las tres de la madrugada, los médicos confirmaron la necesidad de una intervención. Sin embargo, el traslado a neurocirugía no se produjo hasta el lunes a las 19:00 horas. En ese tiempo, según su hija, apenas comió ni bebió nada. “El miércoles por la mañana la encontraron deshidratada y le administraron glucosa por vía. Llevaba casi tres días sin beber”, explicó.
A pesar de todo, Sophie no carga la responsabilidad sobre los profesionales. “Son increíblemente considerados y amables. Intentan mantener el humor en una situación que ya no es vivible”, declaró a France Info. En su opinión, el problema es estructural y se agrava en días festivos, como el puente de Todos los Santos. “Había menos personal y solo hay dos quirófanos de neurocirugía para toda Borgoña. El hospital vive en el alambre. Demandarles no serviría de nada. Lo que hace falta es dinero público”, afirmó.
El caso ha reavivado el debate sobre el colapso de las urgencias hospitalarias en Francia. Pierre Maire, enfermero y representante del sindicato CFDT, confirmó al mismo medio que el servicio de urgencias del CHU de Dijon se encuentra colapsado desde hace meses. “Por la noche faltan médicos y no hay camas disponibles en los servicios de destino. Los equipos hacen mucho más de lo que les corresponde y eso impide centrarse en la urgencia médica”, señaló.
Otro representante sindical, de la CGT, recordó que los pacientes deberían permanecer un máximo de 24 horas en urgencias, aunque en la práctica muchos llegan a 72. “Las urgencias no son un servicio de hospitalización. Las condiciones de acogida ya no son éticas”, advirtió. La dirección del hospital, coSu hija denuncia que pasó más de un día en los pasillos del CHU de Dijon antes de ser operada por un ictus, pero lejos de culpar al hospital, agradece al personal: “Son increíblemente considerados y amables”.ntactada por France Info, no respondió en el plazo de publicación.