Con la llegada del verano, el aire acondicionado se convierte en el mayor aliado para millones de personas en sus casas, ya que es algo casi imprescindible para poder frenar las intensas olas de calor que se hacen notar a lo largo y ancho del país.

Pero utilizar el aire acondicionado no quiere decir que se esté utilizando de forma correcta. De hecho, no es tan habitual encontrar a gente que sabe cómo usarlo correctamente, y es muy común ver a muchas personas 'maltratando' el electrodoméstico de diferentes formas.

Una de ellas (la principal) tiene que ver con la temperatura. Y es que, son muchas las personas que encienden el aire acondicionado a una temperatura mayor a la recomendable, provocando un daño que puede convertirse en importante con el paso del tiempo, e incluso que afecta también a nuestra propia salud.

Hablamos de aquellas personas que ponen el aire acondicionado a 26ºC. Esta decisión la toman porque consideran que es un valor suficientemente bueno para mantener el fresco en el domicilio (o habitación) sin obligar al aire acondicionado a esforzarse mucho, consiguiendo así reducir el gasto de energía.

Pero nada más lejos de la realidad. Según informan expertos en estos electrodomésticos, la temperatura idónea para un aire acondicionado son los 24ºC, ya que en caso contrario, se estaría forzando a la máquina en exceso, y aunque dé sensación de no expulsar ni aire caliente ni frío, la verdad es que está agotando mucha más energía de la necesaria.

Los técnicos experimentados en aire acondicionado suelen recomendar ajustar la temperatura del aire acondicionado a un máximo de 25 grados. Generalmente, 24 grados se considera el nivel más adecuado, ya que en este rango de temperatura el aire acondicionado funciona con mayor eficiencia, enfría más rápido, ahorra energía y no desperdicia electricidad.

Las estadísticas muestran que reducir la temperatura solo 1 grado puede ahorrar entre un 5 y un 10% de electricidad, lo que es una cantidad bastante significativa para una casa que enciende regularmente el aire acondicionado.

Además de las facturas de electricidad, ajustar la temperatura adecuadamente también ayuda a cuidar la salud. En días calurosos, tener una habitación fresca ayudará a reducir el riesgo de agotamiento por calor o estrés térmico y evitará que el cuerpo se canse demasiado. Sin embargo, si el aire acondicionado está demasiado alto, la humedad en la habitación puede aumentar, convirtiéndose en un caldo de cultivo para bacterias y moho, que pueden causar problemas respiratorios.

En conclusión, si desea la frescura adecuada, ahorrar energía y disfrutar de una buena salud, debe ajustar la temperatura del aire acondicionado al nivel adecuado, según las recomendaciones de los expertos. Esto ayudará a que su hogar esté fresco, tenga una buena calidad del aire y sea seguro para toda la familia.