Un trabajador encuentra varios lingotes de oro valorados en más de 30.000 euros cortando el césped: se desconoce el propietario
Un destello entre la hierba mojada.

Un empleado de la empresa de alcantarillado de Bannewitz, un pequeño municipio cercano a Dresde (Alemania), encontró ocho lingotes de oro mientras cortaba el césped de un estanque de retención de aguas pluviales. Su valor estimado supera los 30.000 euros, pero por ahora se desconoce quién es el dueño.
Fue durante su jornada laboral cuando algo brilló en el suelo. Al detener la máquina y agacharse para comprobar de qué se trataba, el empleado descubrió algo que ni él mismo se creía, encontró varios lingotes de oro cuidadosamente ocultos entre la hierba.
Según detalla un medio alemán, tras el asombro inicial, el trabajador avisó a las autoridades locales. El alcalde, Heiko Wersig, acudió de inmediato al lugar. Junto a la policía inspeccionaron la zona y localizaron dos onzas más, con un peso de 56,7 gramos, completando así un hallazgo que ha dejado perplejos a los vecinos del municipio.
Sin dueño y sin relación con ningún delito
El oro fue trasladado a la comisaría de Dresde, donde se analizará su origen. Según la policía, de momento no puede vincularse a ninguna persona ni a ningún hecho delictivo, y no existen pistas claras que permitan identificar a su propietario.
“Todavía no se ha decidido cómo proceder”, indicó un portavoz policial. Si tras las investigaciones no aparece ningún dueño legítimo ni se relaciona con un robo, el valioso botín podría pasar a ser propiedad del municipio de Bannewitz.
Un hallazgo extraordinario, pero no único
Lejos de quedarse de brazos cruzados, el alcalde Wersig ya ha pensado en cómo aprovechar el tesoro descubierto si finalmente recae en manos municipales: “Lo utilizaría para financiar nuestra nueva política de apoyo a asociaciones locales”, explicó.
Aunque sorprendente, no es el primer caso reciente de oro encontrado por casualidad. En Francia, un hombre que excavaba una piscina en su jardín descubrió cinco lingotes y monedas por valor de 700.000 euros. Tras comprobar que tenían entre 15 y 20 años de antigüedad y que no estaban vinculados a ningún delito, las autoridades permitieron que el hallazgo permaneciera en manos del vecino.
