Zanjado el plato más típico de Aragón: es de carne y llena muchas mesas de celebraciones
La preparación del Ternasco de Aragón es un arte en sí mismo.

Aragón, una comunidad autónoma situada en el noreste de España, es conocida por su rica historia, paisajes diversos y, sobre todo, por su gastronomía. La cocina aragonesa es un reflejo de su cultura y tradiciones, con platos que han sido transmitidos de generación en generación. Entre todos ellos, el Ternasco de Aragón se erige como el plato más representativo y querido de la región.
El Ternasco de Aragón es un cordero joven, alimentado principalmente con leche materna y cereales naturales, lo que le confiere una carne tierna y jugosa. Este plato no solo es un deleite para el paladar, sino que también es un símbolo de la identidad aragonesa. Su preparación, aunque sencilla, requiere de técnicas y conocimientos que han sido perfeccionados a lo largo de los años.
La historia del Ternasco de Aragón se remonta a tiempos antiguos, cuando los pastores aragoneses comenzaron a criar corderos en las montañas y valles de la región. Estos animales, adaptados al clima y terreno aragonés, desarrollaron características únicas que los diferenciaban de otros corderos. Con el tiempo, el Ternasco de Aragón se convirtió en un elemento esencial de la dieta local, especialmente en celebraciones y festividades.
La preparación del Ternasco de Aragón es un arte en sí mismo. Tradicionalmente, se cocina al horno, aderezado con ajo, perejil y aceite de oliva. La carne se asa lentamente, permitiendo que los jugos naturales se mezclen con los condimentos, creando un sabor inigualable. A menudo, se acompaña de patatas y verduras, que se cocinan junto al cordero, absorbiendo todos los sabores y aromas.
Además de su sabor, el Ternasco de Aragón es valorado por sus propiedades nutricionales. Es una fuente rica en proteínas, vitaminas y minerales, lo que lo convierte en una opción saludable dentro de la dieta mediterránea. Su carne magra y baja en grasa es ideal para aquellos que buscan mantener una alimentación equilibrada sin renunciar al placer de disfrutar de un buen plato.
El reconocimiento del Ternasco de Aragón no se limita a las fronteras de la comunidad. En 1996, la Unión Europea le otorgó la Indicación Geográfica Protegida (IGP), un sello que garantiza su origen y calidad. Este reconocimiento ha permitido que el Ternasco de Aragón gane popularidad en el resto de España y en otros países, convirtiéndose en un embajador de la gastronomía aragonesa.
La importancia del Ternasco de Aragón en la cultura local es innegable. En muchas localidades aragonesas, es común encontrar festivales y ferias dedicadas a este manjar. Durante estas celebraciones, los habitantes y visitantes tienen la oportunidad de degustar diferentes preparaciones del Ternasco, desde las más tradicionales hasta las más innovadoras. Estos eventos no solo promueven la gastronomía local, sino que también fortalecen el sentido de comunidad y pertenencia.
El Ternasco de Aragón también ha encontrado su lugar en la alta cocina. Muchos chefs reconocidos han incorporado este ingrediente en sus menús, experimentando con nuevas técnicas y presentaciones. Sin embargo, a pesar de estas innovaciones, la esencia del Ternasco de Aragón permanece intacta, manteniendo su sabor y autenticidad.