Madrid Río: la enésima estafa de Ana Botella

Madrid Río: la enésima estafa de Ana Botella

Madrid merece otra forma de hacer política, sus ciudadanos unos servicios públicos de calidad, y sus trabajadores unas condiciones laborales dignas que les permitan desarrollar su trabajo en las mejores condiciones. Nos merecemos pensar, entre todas y todos, otro modelo de ciudad desde la transparencia de los presupuestos participativos y la óptica del trabajo decente.

En las navidades del 2013, los empleados del alumbrado público se tuvieron que movilizar ante las amenazas de despido y precarización de sus condiciones laborales generadas por la subasta pública de su contrato municipal. Poco tiempo antes tuvimos la huelga de basuras, por el mismo motivo, que sumió a la ciudad en una emergencia sanitaria y la convirtió en un caos.

Imposible olvidar las declaraciones de la señora Ana Botella cuando afirmó que "esto no es una huelga de basura, es una huelga de limpieza, y sin embargo se confunde porque lo que están haciendo los piquetes es tirar toda la basura de dentro de los contenedores". Ante semejante barbaridad, la respuesta de muchos ciudadanos era: "Pues dan ganas de ayudarles". Aquellas semanas convivimos con la inmundicia, pero los trabajadores ganaron ese pulso gracias a su valor y a la ola de solidaridad de la ciudadanía de Madrid hacia ellos.

En estos casos, y en tantos otros, al Partido Popular no le gustaba la palabra "política", prefería hablar de "gestión". Se presentan como los "mejores gestores de lo público". Sin embargo, su gestión se ha centrado en degradar esos servicios públicos para justificar su privatización, abandonar a la ciudadanía y precarizar a los trabajadores.

Pues bien, a cinco meses de las elecciones municipales, Ana Botella vuelve a la carga. Ahora le ha tocado el turno a la plantilla del Madrid Río. El pasado 1 de diciembre se adjudicó el contrato integral de parques históricos a la U.T.E Grupo Raga-Nitlux, con una rebaja del 27% sobre la licitación inicial ofertada, que era un 9% menor que en el pliego anterior. Este contrato cuenta con un presupuesto de 11.000.000 de euros para los próximos 8 años. Puede sonar elevado, pero no es, ni de lejos, suficiente para cubrir el mantenimiento de los jardines y garantizar los 257 puestos de trabajo actuales.

Según la normativa de adjudicaciones a empresas, uno de los criterios es la viabilidad económica del proyecto presentado, así como la solvencia de la empresa adjudicataria. Sin embargo, CCOO nos recordó que, un mes antes de obtener el contrato de Madrid Río, la empresa alegaba pérdidas de 915.741,95 euros. El resultado de este cóctel es un ERE que amenaza 127 puestos de trabajo y que demuestra que la empresa adjudicataria ha conseguido este contrato con un proyecto de viabilidad falso y sin la infraestructura suficiente para hacerse cargo.

Parece que la ley no importa a la hora de adjudicar contratos en esta administración, puesto que esta UTE también ha resultado adjudicataria de otros espacios verdes de la ciudad tan importantes como son los parques: Juan Carlos I, el Lineal del Manzanares y el Juan Pablo II.

Madrid merece otra forma de hacer política, sus ciudadanos unos servicios públicos de calidad, y sus trabajadores unas condiciones laborales dignas que les permitan desarrollar su trabajo en las mejores condiciones. Nos merecemos pensar, entre todas y todos, otro modelo de ciudad desde la transparencia de los presupuestos participativos y la óptica del trabajo decente donde la vida de los vecinos y vecinas sea el principal objetivo del Ayuntamiento.

En cinco meses echaremos a la casta del Ayuntamiento pero, ahora mismo, la plantilla de Madrid Río, necesita el apoyo y la solidaridad de la ciudad. La necesidad les ha obligado a crear la Plataforma Madrid Río en Lucha por la defensa de sus derechos que son, en realidad, los de todos y todas.

Tomás Alberdi forma parte de la candidatura Claro que Podemos al Consejo Ciudadano de Podemos Madrid