A unos clientes se les rompe un vaso y cuando acude el camarero se encuentra lo que menos podía esperar: "Lo que tenemos que aguantar"
"Tenemos que aguantar estas formas de cuatro niñatos".

Un trabajador de un bar de Playa d'en Bossa, en Ibiza, ha contado indignado la experiencia que ha tenido con unos clientes a los que se les rompió un vaso mientras estaban en el local.
El camarero, conocido en TikTok como @equilibrio_en_mis_manos, empieza lamentando que "hay gente que no sabe" lo que tienen "que aguantar los camareros": "Me llegan dos chavalitos, se han sentado en una silla de sofás. Venían un poco tocadetes. Me piden dos cañas y ellos jugando al piedra, papel o tijera. Total, sirvo una mesa cuando escucho una copa romperse".
"Lógicamente me he girado y me llaman: 'Camarero, perdona, que se nos ha caído la copa'. Digo bueno, sola no se ha caído, supongo que le habéis dado un golpe. Yo sé que estaban haciendo tonterías con las manos. Le saco la caña y cuando se la pongo me suelta uno: 'No tendrás los cojones de cobrármela, ¿no?", relata.
"Yo cobro lo que sirvo"
El trabajador cuenta la respuesta que dio: "Yo cobro lo que sirvo. De todas formas, con las formas que me hablas te la voy a cobrar sí o sí".
"La cosa ha quedado así, me han pedido dos cañas más y cuando les he llevado la cuenta al final y dice: 'Perdona, hay una caña de más'. Digo: 'No, tenéis cinco cañas. Dos de ronda, otra que habéis tirado'. Dice: 'Ah, me la vas a cobrar'. Mi obligación es todo lo que sirvo cobrarlo. Yo no tengo la culpa de que se te haya roto la caña. La habéis tirado entera. Cumplo con mi trabajo", subraya el camarero.
Lo que dice que más le ha molestado es "la mala educación" con la que le han hablado: "Porque, si no, le pongo una caña y se acabó. Le dice el uno al otro: 'Venga, págale a este muerto de hambre, que ya tenemos otro sitio donde no vendremos más", cuenta.
"La puerta está abierta para todos"
El camarero dice que su respuesta fue clara: 'La puerta está abierta para todos, el que no quiera venir ya es vuestro problema. Habéis estado porque habéis querido y con esas formas no llegaréis muy lejos".
"Total, que me han pagado y se han ido echando maldiciones, pestes, insultándome. Tenemos que aguantar estas formas de cuatro niñatos", se queja el hostelero.
