En 'The New York Times' describen a Juan Carlos I como pocas veces: "Muchos lo ven como un sinvergüenza anacrónico"
"Un cumpleañero borrado de la lista de invitados de su propia fiesta", expresan.

El reputado diario estadounidense The New York Times, fundado en el año 1851 y que actualmente ostenta 132 Premios Pulitzer, más que cualquier otro, ha analizado de forma minuciosa la figura del rey emérito Juan Carlos y le ponen de vuelta y media a pesar de buscar "una resurrección" con la publicación de sus memorias, Reconciliación, este mes de diciembre en España.
El articulista Jason Horowitz, corresponsal del citado medio en Madrid, describe que al rey emérito "le cuesta seguir adelante", aunque con las memorias espera un "reconsideración y una resurrección" más de una década después de su "tragicómica caída".
Explica en su artículo que el "trato real" ya no es lo que solía ser para Juan Carlos. A pesar de que "se erigió en garante de una monarquía parlamentaria que ha modernizado España", se ha quedado apartado de la monarquía y lo describe como una persona que fue "non grata" en el principal acto conmemorativo en España de la celebración del 50 aniversario de la transición a la democracia.
"Todo ello le ha hecho sentir excluido, como un cumpleañero borrado de la lista de invitados de su propia fiesta", expresan, haciendo una cruda comparativa. Sobre las memorias, describe que hay una "buena dosis de autoengrandecimiento", como cuando asegura que fue él quien devolvió la libertad al pueblo español... "Todo esto con la esperanza de volver a ser relevante y, tal vez, recuperar liquidez", rematan.
Un "sinvergüenza anacrónico"
El articulista destaca que los detractores destacan que la reaparición estos últimos meses ha sido un ejemplo magistral de "ausencia de la autopercepción" y cuentan que muchos no lo ven ya como "la voz de la razón", sino como un "sinvergüenza anacrónico que traicionó repetidamente a su esposa, la reina Sofía".
A pesar de que en sus memorias hable de polarización, en el medio sienten cierta curiosidad de que sea él el que provoque una mayor polarización mediante su "abierto desprecio por el gobierno progresista".
Los escándalos de Juan Carlos
El medio es todavía más tajante a la hora de hablar tanto de los escándalos financieros como los de sus relaciones personales extramatrimoniales: "Sin duda mantuvo ocupados a los servicios de inteligencia españoles encargados de sofocar sus escándalos".
Rematan el artículo con una frase inolvidable, poniendo en contexto la conmemoración del papel de la corona española en la democratización del país: "Se celebró en la Universidad Rey Juan Carlos, pero el rey Juan Carlos no apareció por ningún lado".
