Ramón Espinar no da puntada sin hilo tras escuchar a Juan Carlos I hablar sobre España
Es contundente.

La entrevista que ha concedido el rey emérito Juan Carlos I al periodista Charles Jaigu, de Le Figaro Magazine, ha dado que hablar, y mucho, por todo lo que ha declarado acerca de Francisco Franco, la reina Sofía, su hijo, el rey Felipe VI y otra larga lista de temas. Todo al hilo de la publicación de sus memorias, Reconciliación, que saldrán en noviembre en Francia y en diciembre en España.
En el programa de RTVE, Directo al Grano, presentado por Marta Flich y Gonzalo Miró, han hablado larga y tendidamente de todas las palabras que ha pronunciado Juan Carlos I durante la citada entrevista. El exsenador de Podemos y habitual colaborador televisivo, Ramón Espinar, no ha dado puntada sin hilo al comentar lo que le ha llamado la atención.
"A mí me parece que este señor, no digo que en el 78 lo fuera, pero a día de hoy la lectura política que tiene de la realidad española... Habla de carlistas, de un enfrentamiento entre el nacionalismo vasco y el catalán, me parece que políticamente tiene una visión un poco cerril, de zoquetillo, de no saber muy bien lo que se cuece", ha pronunciado, contundente.
Sin embargo, para Espinar puede ser "cosa de que está lejos y de que ya no le interesa mucho". Lo que le ha interesado es "una cosa que mantiene y es que esta cosa como de no solo ocuparse de la monarquía, sino de ocuparse de lo que tiene que hacer cada uno de los actores", en referencia a las palabras sobre "si hubiera un partido comunista".
"Ocúpese de no hacerle el daño que le está haciendo a su hijo"
"Usted ocúpese de no hacerle el daño que le está haciendo a su hijo y a su papel institucional y de no meterse en política, que es una cosa que cualquier Casa Real del mundo sabe que no tiene que hacer y deje que la izquierda se comporte como quiera y que cada actor político defina sus estrategias", ha defendido Espinar.
Ha concluido que "él quiere gobernarlas todas, y este es un deje muy autoritario y muy de lo que fueron unas ciertas elites de la transición que consideraban prácticamente que los partidos políticos eran casi ministerios de Estado al servicio del régimen y no herramientas políticas que tenían visiones antagónicas de la realidad".
"Afortunadamente hoy no estamos en esa página", ha rematado.
