Un periodista cuenta su anédota con Rosalía y confirma los rumores: difícil ser más cercana y disruptiva
Una prueba más.

La cantante catalana Rosalía vuelve a estar en boca de todos. Ya no solo por la presentación de su nuevo disco, Lux, que ha puesto patas arriba medio mundo, por sus singular naturalidad delante de la prensa o por prácticamente colapsar Callao en menos de media hora.
Esta vez la artista ha conquistado la red social X, anteriormente conocida como Twitter, por una anécdota que ha contado el usuario Sergio Alzate (@ColorLenteja), que deja muy claro cómo es la personalidad de Rosalía.
Y es que en un mundo de entrevistas cronometradas, respuestas medidas y representantes siempre vigilando, la empatía y la naturalidad de los artistas es cada vez algo menos común y más aclamado.
Así, el tuitero ha compartido una anécdota que vivió en 2018, cuando entrevistó a la artista justo antes de que el fenómeno de El mal querer la catapultara al estrellato mundial.
Según ha relatado, la discográfica solo quería concederle diez minutos de entrevista, pero Rosalía, quien no estaba enterada de esa limitación, no estuvo de acuerdo cuando lo descubrió y no hizo ni el menor caso.
"Cada diez minutos la disquera colgaba la llamada (eran los anfitriones) y cada diez minutos Rosalía volvía, regañando a la disquera y diciéndome que no me preocupara", ha asegurado el periodista.
"Al final, Rosalía terminó dándome hora, hora y cuarto y fue una dulzura de mujer. Así que sí, lo de la vibra de la vieja es verdad. En una simple llamada me hizo sentir especial y se nota que para ella sus fans son lo más importante", ha manifestado el tuitero.
En tiempos en que la industria parece marcada por la prisa, la distancia y las estrategias de marketing, este gesto ha sido leído como una prueba más de su humanidad y cercanía real.
Entre premios, colaboraciones internacionales y giras multitudinarias, Rosalía sigue sumando algo más valioso que los números: buenas historias sobre su manera de tratar a la gente. Y en esta, como en muchas otras, parece brillar todavía más como persona que como artista (que ya es decir).
