Una médica lanza este aviso sobre los vasitos de arroz que se calientan en el microondas
“Por muy cómodos que sean"

Cómodos, baratos y aparentemente inofensivos. Una de las grandes bazas de los vasitos de arroz precocinado que se venden en los supermercados, es que prometen salvarte la comida del lunes y esa fiambrera improvisada que te llevas a la oficina. Pero la médica y divulgadora Isabel Viña acaba de romper esa ilusión, con la publicación de un vídeo en TikTok que, de forma tan directa como demoledora, desmonta su supuesta inocuidad.
“No recomiendo calentar ningún alimento en un envase de plástico en el microondas”, sentencia sin rodeos. Y no porque tenga algo en contra del arroz (de hecho, lo defiende como buena fuente de carbohidratos almidonados, sobre todo si es basmati, vaporizado o integral), sino por lo que ocurre cuando entra en contacto con el calor y con el plástico.
El problema no está en el grano de arroz, sino en el recipiente. Según explica, al calentar cualquier comida en un envase plástico, especialmente si contiene grasa o es ácida, se incrementa “muy notablemente la transferencia al alimento que luego vamos a ingerir de nanoplásticos”.
Y aquí es donde la advertencia sube varios grados. “Los nanoplásticos cuando los ingerimos no solo se acumulan en el cerebro, en el hígado, en los riñones, en las arterias”, detalla Viña, “sino que además interfieren en el adecuado funcionamiento de nuestros ejes hormonales, desde hormonas tiroideas, cortisol, testosterona y estradiol”.
¿Y entonces qué hago con el vasito?
La médica no dice que dejes de comprarlos. “No te digo que no los compres”, aclara, asumiendo que vivimos en la era del microondas exprés y el ‘calienta y listo’. En lo que sí insiste, es en una cosa: “En la medida en la que podamos, intentar evitar el consumo de cualquier alimento calentado en el microondas en un envase de plástico”.
Su recomendación es sencilla. Si te llevas uno al trabajo o a clase, cámbialo de recipiente antes de meterlo al micro. “Podéis utilizar vasitos de arroz en envase de vidrio que ya hay, o simplemente hacer el arroz y calentarlo en un envase apto para microondas, por ejemplo, de vidrio o de cerámica”. Y si no tienes uno a mano, que te lo comas en frío.
Viña no es la primera que lanza esta advertencia, pero su tono directo y la claridad con la que lo explica han hecho que el mensaje cale. “Es un detalle pequeño que marca una diferencia grande”, comenta uno de los usuarios. Lo cierto es que con solo un cambio de recipiente, se evita la exposición innecesaria a compuestos que nadie ha pedido.