Una señora va a la joyería a vender una placa y la Policía acaba irrumpiendo en el local al enterarse de la inscripción
"Ahora nos reímos, pero tuvimos un susto".

La Joyería Plaza, de Valencia, ha impactado a miles de personas al contar lo que les pasó con una pieza de oro que una señora había ido a venderles.
"Por una chapa como esta, la Policía irrumpió en la joyería", empieza diciendo Lidia, que trabaja allí, quien admite: "Ahora nos reímos, pero tuvimos un susto".
"Hace unas semanas, una señora vino a vendernos una placa como esta. Hicimos la prueba, le pedimos el DNI, rellenamos todo... y efectivamente era oro. Nosotros cuando compramos una pieza tenemos que detallar exactamente lo que estamos comprando y si lleva alguna grabación tenemos que detallarla", explica.
"Esta en concreto llevaba nombre, apellidos y un teléfono. Y semanalmente lo enviamos a Jefatura de Policía. Nuestra sorpresa es que a la semana siguiente se presentan aquí dos policías y nos piden este lote en concreto", recuerda.
Los agentes les explicaron esa placa llevaba un nombre y un teléfono de una persona que realmente no tenía nada que ver con esta señora.
"Entonces la Policía, al ver que no tenía nada que ver con este caballero, lo que hizo fue llamar a este señor y el señor le dijo: 'Yo fui a hacerme una ecografía, me la quité, al llegar a casa ya no la vi y claro hasta que a mí no me llama la Policía no sabía dónde se encontraba", rememora.
"Pues resulta que la señora que entró después nos llevamos la sorpresa de que no era la dueña de la placa y la Policía se la llevó y le reclamó a ella el valor que le habíamos dado por ello. La conclusión de esta historia es que no vengáis a sitios a vender oro que no es vuestro porque esto se reporta a la Policía y ellos hacen su trabajo", remarca la joyera.
