Lleva 7 años viviendo en Madrid y explica por qué abandona el centro con una frase que es una sentencia demoledora: "He vivido en la calle más sucia de la ciudad"
Esta youtuber norteamericana se muda a la Sierra Norte de Madrid, tras seis años viviendo en el barrio madrileño de Chamberí. Por un poco más de alquiler, pasa de vivir en 40 metros cuadrados a una casa amplia en plena naturaleza.

Cada vez más personas, sobre todo jóvenes, huyen de grandes ciudades como Madrid, acuciados por los altos precios de alquiler y compra de la vivienda. Pero hay otros motivos que les llevan a salir del centro y periferia: el turismo masivo y la pérdida de calidad de vida suman para cambiar de aires y aliviar la economía hacia pueblos o capitales de provincia cercanas, en este caso a la capital de España.
Es el caso de Rachel Anne, que en un reciente vídeo colgado en su canal de YouTube -que lleva el mismo nombre y que cuenta con 199.000 suscriptores- cuenta por qué, tras siete años en Madrid, se va. "Quiero visitar el caos, no vivir en el caos"; sí, se refiere a la capital española.
La zona donde vivía ha influido mucho: ha vivido muy cerca de Moncloa, en zona de estudiantes y fiesta. Su calle tiene una escalera central donde no pasan ni coches ni camiones de limpieza ni policía. El resultado es uno de los sitios más sucios que ha visto en Madrid: botellones, cristales rotos, orina y otros restos que obvia puntualizar.
Madrid es la séptima ciudad más sucia de España, según un informe de la OCU, solo por detrás de Palma de Mallorca, Alicante, Sevilla, San Sebastián de los Reyes, Las Palmas de Gran Canaria y Barcelona.
"Después de mucho tiempo pensándolo, por fin me mudo", comienza el vídeo. Vivía en Chamberí, por la zona de Moncloa, pero decidido coger las maletas y mudarse a la Sierra Norte de Madrid, un clásico en busca de menores precios, pero también de calidad de vida: tranquilidad y aire puro, sin dejar de estar relativamente cerca de la capital (entre media hora y una hora según la zona).
Se va, pero no se ha roto el amor
Eso sí, reconoce que es más una necesidad y practicidad que el fin de un amor que, confiesa, sigue procesando a Madrid. Sigue pensando que es una de las mejores ciudades grandes del mundo para vivir, pero arrastra desde hace tiempo una sensación de cansancio del centro, del ruido, la suciedad y la falta de espacio y naturaleza, según narra en el vídeo.
La mudanza es, para ella, cumplir un sueño: seguir siendo youtuber, pero viviendo en un sitio pequeño y tranquilo, cerca de la naturaleza y lejos del caos diario. No obstante, insiste en estar "muy agradecida a lo que le ha dado Madrid".
Y, sin embargo, el precio
Rachel reconoce que "lo más obvio, es el tema de precios", pero matiza, porque "de hecho, vamos a pagar más en la nueva casa que ahora, pero la diferencia está en el tamaño de los pisos", con lo que, una vez más, prima calidad de vida y además, a un precio no mucho mayor que lo que le costaba un piso de 41 metros cuadrados dentro de la M-30, compartiendo espacio con su novio y su perro.
En el caso de esta youtuber norteamericana, también influye su origen, ya que viene de un entorno rural, donde siempre es más complejo adaptarse a los inconvenientes de una gran urbe: más ruido, suciedad, estrés... Necesitaba volver a la tranquilidad. En Madrid centro sentía que estaba siempre buscando escaparse: fines de semana en la sierra, Galicia, La Rioja..., para buscar silencio, paz y naturaleza.
Reconoce que hay gente que disfruta del ruido, los bares llenos y el movimiento constante, pero no es su caso: no lo aprovecha lo suficiente como para compensar el desgaste. Si a todo ello llegan desincentivos como subidas de precio o suciedad...
La "huída" en cifras
El caso de Rachel es uno más entre miles. Vemos qué dice el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según los datos más recientes de la Estadística de Migraciones y Cambios de Residencia (EMCR) para 2023, Madrid capital registró un saldo migratorio interior negativo, lo que indica que más personas se mudaron de la ciudad a otros municipios que al revés.
Esta tendencia se ha observado sobre todo en movimientos hacia municipios de la misma Comunidad de Madrid, como Leganés, Móstoles, Rivas-Vaciamadrid, Alcorcón y Fuenlabrada, impulsados por factores como el alto coste de la vivienda y preferencias post-pandemia por espacios más amplios, no tanto a zonas de la Sierra.
Más allá de la Comunidad de Madrid, hay casos paradigmáticos como el de Valladolid, que a pesar de estar a 200 kilómetros (dos horas en coche y una hora en AVE), por primera vez en más de 20 años tiene saldo positivo de población respecto a Madrid.
