Mascarillas y atascos: así será el tráfico en el primer fin de semana (entero) de libre circulación
Millones de conductores se escaparán al pueblo o a la playa más de tres meses después, coincidiendo con el verano. Preguntas y respuestas ante la "nueva normalidad" en la carretera.
Millones de conductores han dejado listos sus coches para escaparse al pueblo o a la playa. A 26 de junio, el relato suena al mismo de cada año, pero después de más de tres meses de confinamiento por el coronavirus se hace especial. El pasado domingo se dio paso a la libre circulación, ahora llega el primer fin de semana completo post-estado de alarma: volverán los desplazamientos masivos y, muy posiblemente, los atascos.
Hay quien confiesa que trasnochará el viernes o madrugará el sábado para intentar huir de los atascos que ya se han producido a primera hora de este viernes. Esta precaución que parecen manejar no pocos viajeros no parece preocupar a la Dirección General de Tráfico (DGT), que ve en este fin de semana “uno más de verano”, como confiesa un responsable del organismo. De hecho, niega que se trate, incluso, de “ninguna operación salida especial”.
“En este periodo hay algo más de tráfico, pero aún no hay turistas de fuera ni demasiada gente está de vacaciones. Esperamos, como otros años en estas fechas, en torno a 4-6 millones de desplazamientos. La semana que viene comenzará la campaña de tráfico por el verano, pero este fin de semana no hemos hecho ninguna previsión especial”, remata.
La “nueva normalidad”, aprobada este mismo jueves en el Congreso con una amplísima mayoría, llega con algunas excepcionalidades. Aún quedan meses por delante en los que los controles de la Guardia Civil no solamente se fijarán en excesos de velocidad o pruebas de alcohol y drogas. A la ecuación de la seguridad vial se le añaden dos factores: mascarillas, obligatorias en determinadas circunstancias dentro del automóvil, y ocupación limitada de los vehículos, en función de quiénes vayan. Eso sí, que nadie espere patrullas a cada pocos kilómetros.
Al igual que para la DGT, para la Guardia Civil este será “un fin de semana normal” y por ello organizará “los controles convencionales en estas fechas”, explica un portavoz de la Benemérita.
Pero esa vigilancia policial sigue generando dudas, por mucho que pasen las semanas y se acumulen las informaciones. ¿Qué pasa con las mascarillas? ¿Cuántas personas pueden ir en el mismo vehículo? Fuentes del cuerpo aclaran que “depende de quiénes vayan”. “Si viajan miembros de una misma unidad familiar, nadie tiene que llevar la mascarilla puesta y además podrán ir tantas personas como plazas tenga el automóvil”. “En cambio, si van miembros de dos o más familias todos tienen que llevar la mascarilla puesta, también el conductor, y no pueden ir más de dos personas por cada fila de asientos” [cuatro personas en un vehículo convencional de cinco plazas].
Nuevas multas para la nueva normalidad
No son recomendaciones. Son medidas acordadas por ley y su incumplimiento, advierte, conlleva multa. La cantidad no es fija, matiza la Guardia Civil, porque hay “un baremo”, aunque la infracción de las mascarillas, considerada leve, podría llegar a suponer hasta 100 euros por cada persona que no cumpla siempre que no responda a las exenciones recogidas en el decreto: menores de seis años o personas con problemas respiratorios, entre otras.
“Todas las sanciones se califican en tres grupos, muy graves, graves y leves, y su repercusión económica varía en atención a ello. El grado se valorará también conforme a los artículos 57 y 58 de la Ley 33/2011 General de Salud Pública, que regulan las conductas según su riesgo para la salud pública”, aclara Beatriz de Dueñas, abogada de la empresa Pyramid Consulting, dedicada a la gestión de sanciones de tráfico. Incide en el término “reincidencia” como motivo relevante para determinar la cuantía de la multa.
Aunque la Guardia Civil insiste en que no va a haber más destacamentos apostados en mitad del camino, el departamento jurídico señala que sí van a existir más mecanismos de control “como la presencia de drones, un incremento en las furgonetas de vigilancia en las carreteras y la incorporación de 216 cámaras nuevas, además de sustituir la mayoría de radares fijos por radares de tramo”.
¿Y qué ocurre si te pillan en alguna ocasión? Por mucho que a priori la sanción resulte evidente, “cabe solicitar en todo caso, el informe del agente denunciante y del agente testigo, así como su testifical. La ausencia de estas pruebas supondrá indefensión para el administrado, por lo que estas sanciones son recurribles”, remata la abogada.
Un alto en el camino
Eso sí, con mascarilla o sin ella, hay cosas que no cambian. Cada dos horas de viaje es recomendable parar unos minutos. ¿Dónde? Afortunadamente, habrá múltiples opciones para tomarse un descanso, un café o incluso algo de comer. “Aproximadamente, el 95% de los bares” tendrán sus puertas abiertas a los viajeros, responde Laura Pérez, una de las responsables de comunicación de Hostelería de España, la organización de empresarios que representa a los restaurantes, bares, cafeterías y pubs del país. “Aunque algunos no han tenido más remedio que cerrar, el porcentaje de reaperturas ha ido avanzando conforme lo hacían las fases de la desescalada”, confiesa.
Eso sí, ese “cafelito” no solo viene acompañado de azúcar o leche; también de regulaciones. La seguridad manda. Preferiblemente, se tomará al aire libre y no dentro de los recintos, con la mascarilla puesta excepto en el momento de consumir y sin que los clientes puedan recurrir a los elementos comunes del establecimiento (salvo los servicios, que sí están disponibles, aunque con medidas estrictas de seguridad como el uso de geles y su desinfección inmediata).
Todo esto genera gastos. ¿Supondrá un encarecimiento de las consumiciones? La responsable de Hostelería de España lo descarta: “Los precios se están manteniendo en la línea de los meses anteriores a la crisis. No es el momento de recurrir a la subida de los precios para compensar pérdidas y gastos extra, ya que podría ahuyentar a un cliente que también ha sufrido los efectos de la pandemia”.
Repostar tampoco será un problema (al menos de momento)
La reactivación de la libre circulación conlleva otra medida: vuelve a subir el consumo de combustibles. ¿En qué afecta a los precios? Actualmente, en muy poco. Gasolina y diésel se mueven en precios inferiores a cuando se decretó el estado de alarma, según recoge un estudio de la revista especializada Autobild.
Aquel 15 de marzo, el litro de diésel se pagaba a 1,214 euros y el de gasolina 98 a 1,354 euros de media. A mediados de esta semana la escena era ligeramente inferior: la gasolina en torno a 1,3 euros y el diésel a 1,1, aunque en ambos casos se está notando un leve repunte en las últimas semanas, a medida que la circulación vuelve a sus términos habituales, por lo que podría seguir subiendo en las próximas fechas.
La “nueva normalidad” ya está aquí y con ella la libre circulación, pero el virus no se va de vacaciones, así que, también en los viajes, toca adaptarse a los tiempos.