Chicago: Una niña minusválida de 16 años llegó a pesar diez kilos tras pasar meses sin alimentos
Conmoción en Chicago al conocerse el drama de una niña de 16 años con parálisis cerebral a la que su madre dejó sin alimentos durante semanas hasta casi matarla de inanición.
El caso fue destapado por el Chicago Tribune en un reportaje en el que se explica que la niña pesaba apenas diez kilogramos cuando los servicios de emergencia la encontraron en su casa el pasado marzo.
La madre, Rosetta Harris, de 50 años, se ha declarado culpable de poner en peligro la vida de su hija, según la cadena WGN de Chicago, un cargo considerado menor por el que estará en libertad vigilada durante 18 meses.
Los médicos del Comer Children's Hospital de la Universidad de Chicago aseguran que la menor pasó bastante tiempo sin comer nada. "Darlene ha sufrido una severa, larga y peligrosa malnutrición combinada con una inaceptable desatención médica", aseguran.
Esa desatención se debe, según apunta el Tribune, a que los supervisores del Departamento de Servicios Infantiles y Familiares (DCFS, en sus siglas en inglés) del estado de Illinois no hicieron bien su trabajo. Según la información del rotativo estadounidense, esta agencia recibió una llamada el pasado 17 de noviembre alertando del estado de la menor, pero la responsable de la investigación siempre se marchó de la casa donde vivía la niña sin llegar a verla. Hasta el mes de marzo, cuando escuchó los lamentos de la niña. Entonces llamó a la Policía. Cuatro meses después de aquella primera llamada de noviembre, los servicios de emergencia la encontraron.
"Estamos tomando las acciones apropiadas para enderezar este barco y asegurarnos de que la organización prioriza la seguridad de los niños", asegura Kendall Marlowe, portavoz de la agencia. Según el Tribune, este tipo de fallos se deben, entre otras razones, a los recortes sufridos por este departamento, ya que el 60% de los más de 450 investigadores tienen asignado más trabajo del que deben hacer.
Sin embargo, en el caso de Darlene, se violaron un gran número de procedimientos, según indican los responsables de la agencia, que indicaron que la investigadora y sus supervisores se enfrentan a un castigo disciplinario.
La buena noticia es que Darlene, que ya ha cumplido los 17, se encuentra en el hospital para menores de La Rabida donde está ganando peso y recuperándose. Allí ya sonríe, murmulla y reconoce caras y nombres.