Olimpiadas: Im Dong-Hyun, clínicamente ciego, logra en tiro con arco el primer récord mundial

Olimpiadas: Im Dong-Hyun, clínicamente ciego, logra en tiro con arco el primer récord mundial

El surcoreano Im Dong-Hyun es clínicamente ciego, pero pocos le pueden superar con un arco en las manos. Ya ganó el oro olímpico en la modalidad por equipos en Atenas 2004 -cuando sólo tenía 18 años- y en Pekín 2008 y es el gran favorito de la categoría para los Juegos Olímpicos de Londres. Este viernes, antes de la ceremonia inaugural, dio muestras de ello al batir el récord mundial de tiro con arco tras sumar 699 de los 720 posibles en la ronda clasificatoria. El primer récord del mundo de estos juegos.

Con ese registro, Dong-Hyun, de 26 años, se ha batido a sí mismo, dado que la anterior plusmarca -de 696 puntos- la había marcado él en mayo en el Mundial.

"No uso bastón ni tengo perro lazarillo. Es desagradable cuando la gente me dice que estoy incapacitado", explica él, siempre reacio a hablar de sus problemas en la vista, que le hacen tener una visión de 20/100 en el ojo derecho y de 20/200 en el izquierdo, del que peor ve. En otras palabras: es incapaz de distinguir las letras de un teclado o de conducir y legalmente se le considera ciego.

Tan solo es capaz de distinguir los diferentes colores de la diana del blanco, que indica los límites de su objetivo, de 122 centímetros y situado a 70 metros . "Todo lo que puedo hacer es tratar de distinguir entre los diferentes colores", admite Dong-Hyun, que se ha negado a operarse de la vista alegando que no se sentiría cómodo para competir. "Probé a tirar utilizando gafas, pero no me sentí bien", asegura en una entrevista al diario The Telegraph.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Rodrigo Carretero es Traffic Editor Manager en 'El HuffPost' y trabaja desde Madrid. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid y Máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid, ha trabajado en 'El Día de Valladolid', en 'El País' y en las radios musicales del grupo Prisa. Puedes contactar con él en rodrigo.carretero@elhuffpost.es