El asaltante a la casa de Bárcenas: "¡Condénenme a lo que quieran, estas voces no me dejan en paz!"
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El asaltante a la casa de Bárcenas: "¡Condénenme a lo que quieran, estas voces no me dejan en paz!"

EFE

Enrique Olivares, el falso cura que entró en la casa de Luis Bárcenas y retuvo a su familia y a la criada con un arma, ha sido expulsado de la sala de la Audiencia de Madrid donde se celebraba la primera jornada del juicio por simular una crisis psíquica.

"¡Condénenme a lo que quieran, firmo lo que sea; estas voces no me dejan en paz, lárguense de mi cabeza!", ha vociferado el acusado a los diez minutos de entrar a la sala. Por este motivo, el juicio ha sido suspendido durante hora y media.

Olivares ha sido atendido por el doctor Cartagena y ha determinado, tras realizarle una exploración, que su pulso, sus reflejos y su tensión eran normales. "Los síntomas de mareo y deambulación que hace que no ande autónomo, sino ayudado, no se corresponden con ninguna patología clínica. La oscultación pulmonar y cardiaca realizada no se corresponde con ningún cuadro clínico ni con su negatividad. No hemos podido diagnosticar trastorno de tipo físico y psíquicos", ha aseverado.

Precisamente un trastorno psicológico es lo que aduce el abogado de Olivares para pedir la absolución de su cliente. Tras la exploración médica, el juez ha advertido al acusado que su actitud era "inconveniente" y que si la mantenía, tendría que expulsarle. Así lo ha hecho tras tres avisos.

"SI MORÍA MI MARIDO, BENEFICIARÍA A MUCHA GENTE"

Posteriormente se ha producido la declaración de la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, que ha relatado lo que ocurrió el 23 de octubre.

Cuando el falso sacerdote llamó al telefonillo, aseguró que acudía en nombre del Obispado para hablar de la libertad condicional del extesorero del PP.

Al entrar, el falso cura sacó su arma y les amenazó. Según Iglesias, cuando se hallaban en el despacho ella, su hijo y la empleada del hogar, "fue un momento de desesperación" en el que "los tres" sintieron que era "el final". "Si nosotros moríamos ese día, mi marido también y eso podía beneficiar a mucha gente", ha afirmado.

Ha explicado que su hijo se soltó las bridas en lo que ha calificado de "milagro", saltando sobre el asaltante y dándole un cabezazo. Entonces, ha recordado que instó a la empleada de hogar a coger la pistola y llamar a la Policía, mientras que ella fue corriendo al salón y se puso a gritar por la ventana.

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