El juez decreta prisión provisional para José Sócrates

El juez decreta prisión provisional para José Sócrates

Conmoción en Portugal. El juez ha decretado prisión provisional para el ex primer ministro luso, el socialista José Sócrates, según ha anunciado su abogado, João Aráujo, y una funcionaria del Tribunal encargada de leer el veredicto del magistrado Carlos Alexandre.

Es una medida que el letrado ya ha confirmado que va a recurrir y que ha calificado de "injusta e injustificada" a la salida del Tribunal de Instrucción Criminal de Lisboa, donde fue interrogado el político, considerado uno de los barones del Partido Socialista.

El magistrado ha decretado para el que fue jefe del Gobierno de Portugal la medida cautelar más grave, la prisión provisional, por los delitos de fraude fiscal continuado, blanqueo de capitales y corrupción, según el comunicado leído por la funcionaria.

Además del ex dirigente político, también fueron arrestados en el marco de esta operación el empresario Carlos Santos Silva, el abogado Gonçalo Trindade Ferreira y el chófer, Joao Perna.

El magistrado ha decretado también prisión provisional para el empresario y el chófer, mientras que en el caso del abogado le prohíbe contactar con los otros detenidos y abandonar el país, y le obliga a presentarse semanalmente ante el Departamento Central de Investigación y Acción Penal O Tribunal Central de Instrução Criminal (TCIC).

SU VIDA PARISINA

Detenido el viernes pasado en el aeropuerto de Lisboa nada llegar en un vuelo procedente de París, el ex primer ministro pasó tres noches en dependencias de la Policía de Seguridad Pública de la capital lusa.

José Sócrates gobernó Portugal entre 2005 y 2011, hasta que la crisis le pudo y firmó el rescate al país.

Carismático, optimista, tenaz, con dotes de oratoria y muy activo, José Sócrates Carvalho Pinto de Sousa, de 57 años, se mudó a París, a estudiar un máster en Teoría Política, tras perder las elecciones anticipadas de 2011 frente a los conservadores del PSD.

Después de más 25 años en la política, al que también fue ministro de Ambiente ya se le había asociado a otros casos de corrupción, como el vinculado al centro comercial Freeport o la operación Montebranco, relacionada con el extinto Banco Espírito Santo (BES).