El Parlamento andaluz dice 'no' a la investidura de Díaz en la primera votación

El Parlamento andaluz dice 'no' a la investidura de Díaz en la primera votación

EFE

El guión se ha cumplido. PP, Podemos, Ciudadanos e IU han unido sus fuerzas y han tumbado este martes la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía en la primera votación al encontrar insuficientes las propuestas de la candidata socialista.

Díaz se ha llevado de esta manera el primer ‘no’ en el Hospital de las Cinco Llagas. Según las normas autonómicas, para poder haber salido como presidenta tendría que haber logrado mayoría absoluta. Los socialistas contaban ya con este resultado, después de anunciar en los días anteriores el resto de partidos su posicionamiento. En concreto, la actual presidenta en funciones ha contado con 47 votos a favor -los de su partido-, en tanto que 62 diputados han rechazado su propuesta.

Tras ‘catear’ el primer examen, la secretaria general del PSOE-A tendrá una nueva oportunidad el próximo viernes a las 11.00 horas. En esta ocasión necesitaría mayoría simple -más votos de respaldo que negativos- para lograr el Palacio de San Telmo.

¿Cómo lo puede conseguir? Si el PP se abstiene, Díaz se convertiría en presidenta automáticamente. No obstante, los populares siguen manteniendo una posición en contra. De hecho, La Moncloa, a través del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, dijo este lunes que prefería unas nuevas elecciones en Andalucía que un gobierno inestable.

El PSOE teme que los populares se opongan a la investidura, aunque les recuerdan que en campaña pidieron que se dejara gobernar a la lista más votada. Por ello, los esfuerzos negociadores del PSOE se centran en Ciudadanos y Podemos. Estos dos partidos se deberían abstener en la segunda votación para que el PSOE sumara más fuerza que los votos en contra.

El PSOE tiene 47 escaños, mientras que el PP cuenta con 33, Podemos (15), Ciudadanos (9) e IU (5). En total, el Parlamento está compuesto por 109 diputados.

“NO ME APOYEN, DEJEN QUE FORME GOBIERNO”

Este martes tocaba la segunda parte del drama de la investidura. El primer acto fue el lunes con el discurso de Díaz, quien intentó atraer a las nuevas fuerzas parlamentarias con un “ambicioso” paquete de medidas anticorrupción y una serie de iniciativas de carácter social. Para sus dos públicos: Ciudadanos y Podemos.

Se han visto dos caras de Díaz. Por un lado, el tono más conciliador lo ha mostrado durante su ‘cara a cara’ con Juan Marín (Ciudadanos), quien ya gobierna con el PSOE en el ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y con quien los socialistas tienen previsto firmar un decálogo contra la corrupción en los próximos días. De todas formas, desde Barcelona ha emergido en la escena el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que ha advertido que dirán ‘no’ si el PSOE no accede a sellar este acuerdo y no se compromete con una serie de peticiones en materia económica.

"Probablemente, con Ciudadanos se ha hecho más contra la corrupción en los últimos treinta días que durante los treinta años pasados", ha dicho desde la tribuna de oradores el portavoz de los ‘naranjas’. Era el estreno institucional del partido fuera de Cataluña. Ahora presionan para que el PSOE-A pida públicamente sus escaños a José Antonio Griñán y Manuel Chaves.

El mensaje que ha traslado Díaz a todos los portavoces -Marín, Juanma Moreno (PP), Teresa Rodríguez (Podemos) y Antonio Maíllo (IU)- es que no logró la mayoría absoluta, pero sí el apoyo mayoritario y que ha sido la única que ha presentado candidatura a la Junta. No existe una propuesta alternativa de presidente, por lo que deberían dejar que formase gobierno porque Andalucía “no tiene ni un minuto que perder”. El PSOE ha pedido al resto de los partidos que no bloqueen las instituciones si no dan el paso adelante de presentar candidato.

Una situación complicada para los cinco partidos en el Parlamento andaluz. De hecho, han sido constantes las referencias la “pluralidad” que estrena la vida política en la autonomía y que será el primer laboratorio de esta transformación política que llegará al resto de España a partir de las municipales y autonómicas del 24 de mayo.

LA LETRA, LA MÚSICA… Y LOS HECHOS

Había también expectación por la llegada de Podemos al Parlamento sevillano. Rodríguez ha presentado a los morados como el “cartero de la gente”. Algo que no ha sentado muy bien a la candidata socialista, que le ha recordado que ella tuvo más votos.

“Hemos planteado cosas sencillas pero palpables y, aparte de los guiños, queremos gestos, no hacia Podemos, sino hacia la gente”, le ha trasladado la líder morada a la dirigente socialista. En esta relación de equilibrista, la líder regional de Podemos ha dicho que le gustaba la “música y la letra” del discurso de Díaz, pero que tendría que ver la ejecución. Por ahora, sigue manteniendo en público que votará no en la segunda ronda.

“Que alguien pague de una vez por los casos de corrupción”, le ha reprochado durante el debate. Les quedan dos días para seguir negociando. Mientras Díaz la ha echado en cara: “Me parece legítimo, bueno y responsable que usted quiera hacer oposición, pero se la tiene que hacer a alguien y a un gobierno. Para ello yo me presento ante esta Cámara, para tener la confianza como presidenta de la Junta”.

EL DUELO MORENO VS. DÍAZ

“Antepone sus intereses de partido y personales a los de los andaluces, convocó elecciones por cálculos electorales, dijo que necesitaba estabilidad y se equivocó, y ahora pretende que los demás solucionemos el problema que ella creó”. Estas han sido palabras de Juanma Moreno (PP), con quien Díaz ha mantenido el debate más tenso.

Otro político de estreno. Moreno ha subido por primera vez a la tribuna de oradores como el líder del PP andaluz y ha ofrecido 146 medidas a la presidenta en funciones. La distancia entre los dos es atronadora, tan larga como la de Almería a Huelva. Según ha revelado Díaz, el Partido Popular no le ha hecho llegar ninguna propuesta durante los últimos días y no se ha mostrado a favor de la estabilidad.

Ha sido el único rifirrafe con verdaderos puñales personales. Moreno ha acusado a Díaz de tener la “cabeza” en Madrid y buscar ser la líder del PSOE. Ella le ha devuelto el golpe con unas afirmaciones que sabe que duelen mucho al popular: “A mí no me han nombrado a dedo, no me han mandado a Andalucía”. “¿De verdad quiere el PP que se repitan las elecciones en Andalucía?”, le ha espetado.

El Estatuto de Andalucía fija que de no conseguirse la mayoría simple en la segunda votación se podrán convocar sucesivos plenos. Si en el plazo de dos meses de la primera votación -se cumpliría el 5 de julio- ningún candidato logra tener los votos suficientes, se procederá a la disolución del Parlamento y se tendrán que convocar de nuevo elecciones.

Y los que fueron su pareja en el anterior Gobierno, Izquierda Unida, se han quedado en una esquina como un exnovio mal avenido. Su portavoz, Antonio Maíllo, le ha advertido de que si se mezcla el rojo con el amarillo, sale naranja. Díaz ha estado rápida y le ha contestado que si el rojo se mezcla con el azul, sale morado. Eso sí, siempre algo de amor queda. “Me siento muy orgullosa”, ha dicho la aspirante a presidenta del anterior Ejecutivo.

El suspense continúa. Dentro de dos días Díaz sabrá si ya es Domingo de Resurrección o si está todavía en Viernes de Dolores.