Ya huele a europeas: Macron y Merkel están en precampaña
Los dos líderes se reúnen en Marsella para consolidar su "arco progresista".
El presidente francés, Emmanuel Macron, se reúne este viernes en Marsella con la canciller alemana, Angela Merkel, para consolidar su "arco progresista" frente a los nacionalistas antiinmigrantes que avanzan en Europa, a unos meses de las elecciones al Parlamento Europeo.
El encuentro se produce en un momento en que la jefa del gobierno alemán, en el poder desde 2005, se ve debilitada en el seno de su coalición tras una confrontación el jueves con su ministro del Interior en torno a la inmigración, apenas dos meses después de haber evitado el estallido de su gobierno por la misma cuestión.
Horst Seehofer, presidente del conservador del partido bávaro CDU, ha afirmado que "la cuestión migratoria es la madre de todos los problemas" en Alemania, y ha dicho comprender las manifestaciones antiinmigrantes de Chemnitz, que degeneraron en enfrentamientos con varios heridos. Estos desmanes "no son tolerables", ha respondido la canciller.
Este será uno de los temas que aborden Merkel y Macron en Marsella, una ciudad del sur de Francia símbolo de la migración.
En defensa de la UE
El presidente francés ha terminado este jueves en Luxemburgo una gira europea durante la cual se ha reunido con siete dirigentes en siete semanas. En el pequeño país europeo, Macron ha almorzado el jueves con los primeros ministros de Bélgica, Charles Michel; Holanda, Mark Rutte; y Luxemburgo, Xavier Bettel.
Los cuatro hombres han hecho frente común para defender una Europa "progresista" contra el "repliegue nacionalista", una cuestión que Macron quiere privilegiar de cara a las elecciones europeas de mayo.
Y decidieron proponer juntos en el Consejo Europeo del 20 de septiembre soluciones concretas para reducir el número de llegadas de migrantes, una cuestión que alimenta el ascenso de la extrema derecha por todo el continente.
Su principal idea es conceder importantes ayudas financieras a los países africanos de origen o de tránsito de migrantes que, a cambio, como ya hacen Turquía y Libia, limitarían su paso a Europa. Charles Michel incluso ha hablado de un "plan Marshall para África".
Los próximos pasos
Desean una gestión coordinada de los migrantes, dejando la puerta abierta a los refugiados en nombre del deber de asilo, pero que sea más eficaz para devolver a sus países a los migrantes económicos, que ya son rechazados en muchos lugares.
Decididos a cerrar aún más sus fronteras, la Italia del ministro del Interior Matteo Salvini y la Hungría del primer ministro Viktor Orbán designaron al presidente francés como su principal adversario.
Los dirigentes de Bélgica, Holanda y Luxemburgo figuran entre los aliados que el presidente francés espera reunir para llevar a cabo sus ambiciosos planes de reforma de la Unión Europea (UE), pese a sus divergencias en materia de política económica.
Macron lleva meses recorriendo el continente. En julio visitó España y Portugal, y en agosto fue el turno de Dinamarca y Finlandia.
También quiere que emerja un nuevo movimiento político progresista en Europa antes de finales de año en torno a su formación, En Marcha, para recomponer el paisaje político europeo como hizo dentro de Francia.
Macron cuenta para ello con que se produzca una escisión en el Partido Popular Europeo (PPE), mayoritario en la Eurocámara y que agrupa a partidos conservadores que van desde los cristiano-demócratas de Angela Merkel hasta el partido nacionalista de Viktor Orban, el Fidesz.
El martes, el Parlamento Europeo debatirá las acusaciones de violaciones del Estado de derecho en Hungría en presencia del primer ministro del país, que irá a defender su causa.
Macron ha explicado el jueves que espera que haya una "aclaración" en el seno del PPE, ya que, en su opinión, "no se puede estar al mismo tiempo del lado de Merkel y del Orban".