España busca otra exhibición en Suiza para sellar el pase a cuartos

La campeona del mundo llega a Thun con los deberes bien encaminados y la sensación de que está lista para algo grande. España se mide este lunes a Bélgica (18.00 h, La 1) en su segundo partido de la Eurocopa femenina 2025, con la oportunidad de sellar de forma casi matemática el pase a los cuartos de final. Lo hará tras el vendaval mostrado en su estreno frente a Portugal (5-0), con fútbol total, presión alta, eficacia en el área y una plantilla que ha demostrado tener fondo de armario incluso sin tres de sus pilares.

La selección ha cambiado de escenario —de Berna al Stockhorn Arena de Thun—, pero no de plan. El equipo de Montse Tomé, que lidera el grupo B junto a Italia, quiere aprovechar su superioridad técnica y táctica para imponer el ritmo desde el primer minuto. “No queremos que nada nos despiste, ni la goleada ni la etiqueta de favoritas”, advirtió la seleccionadora en la previa. “Tenemos que tener los pies en el suelo, ser humildes y seguir trabajando”.

Para el duelo de este lunes, la gran incógnita está en el centro del campo. Aitana Bonmatí, ya recuperada de una meningitis vírica, podría volver al once tras disputar los últimos minutos en el debut. “Estoy para 90 minutos y para más”, aseguró la doble Balón de Oro en una entrevista con RTVE. Montse Tomé, sin confirmar su presencia en el once, sí dejó claro que “Aitana está disponible” y que decidirá en función de “lo que necesite el equipo, que siempre es todo”.

Si finalmente arranca desde el banquillo, Vicky López volverá a asumir galones tras su brillante actuación ante Portugal, donde se convirtió en la goleadora española más joven en una fase final de Eurocopa. “Lo que nos da tranquilidad es saber que todas están bien”, recalcó Tomé, que no quiso hablar de rotaciones: “Todas podrían jugar cualquier partido”.

Sí se espera el regreso de Irene Paredes al eje de la zaga, una vez cumplida su sanción. En cambio, Cata Coll sigue sin entrenar con el grupo por una amigdalitis y todo apunta a que Adriana Nanclares repetirá en portería. El resto del once apunta a continuidad: Ona Batlle, Olga Carmona, Patri Guijarro, Alexia Putellas, Mariona Caldentey, Esther González y Claudia Pina, que forman la columna vertebral de un bloque que ha empezado el torneo en modo apisonadora.

Bélgica, por su parte, llega a la cita con urgencias. Cayó en su estreno ante Italia (0-1) y necesita puntuar para seguir con vida en el grupo. Desde que Elísabet Gunnarsdóttir se hizo cargo del equipo, las ‘Red Flames’ han ganado en orden, ambición y agresividad táctica. En la última Liga de Naciones llegaron a imponerse a Inglaterra y rozaron el empate en Valencia ante España, que solo pudo remontar en el descuento. No obstante, la diferencia de talento individual sigue siendo abismal.

La islandesa es plenamente consciente de ese desajuste: “Tendremos que mover una montaña”, dijo en rueda de prensa. “No sólo puedes ganar a España al contraataque. Hay que atreverse y tener valentía para presionar”. En Suiza no se espera un planteamiento ultradefensivo: Bélgica intentará cerrarse con orden, protegerse en bloque medio y aprovechar transiciones rápidas, sobre todo por los costados. Gunnarsdóttir aseguró haber detectado “algunos patrones” que incomodan a las de Tomé: “España tiene muchísimas buenas jugadoras, pero también debilidades, y hemos trabajado para detectarlas”.

La principal amenaza será Tessa Wullaert, su capitana y máxima goleadora histórica. Con más de 130 internacionalidades, será el eje ofensivo de un equipo que también confía en Jassina Blom, actual jugadora del Tenerife y la única de la plantilla que conoce el ritmo del fútbol español. “Todas quieren ser valientes”, insistió Gunnarsdóttir. “Les digo que cuando se vayan a dormir, lo hagan con la mentalidad de que pueden ganar”.

Los precedentes, sin embargo, no acompañan. España ha ganado sus cuatro últimos duelos oficiales ante las belgas con un global de 17-3. La última vez que Bélgica logró vencer a la selección fue en 2004. Todo lo que no sea una nueva victoria de ‘la Roja’ en Thun sería una sorpresa de primer nivel.