Carme, periodista de 63 años: "Tengo denegada la jubilación y mientras espero la respuesta al recurso, ni cotizo ni cobro"
Todo debido a un mal cómputo de su vida laboral.

La jubilación anticipada es una posibilidad prevista en la ley para quienes han acumulado muchos años de cotización, pero su concesión no es automática. Requiere cumplir estrictamente unos requisitos de edad, años trabajados y cotizaciones acreditadas, y cualquier desajuste en esos cálculos puede derivar en una denegación. Esta posibilidad deja a algunas personas en situaciones de incertidumbre mientras se resuelven sus expedientes.
Esto es lo que le ha ocurrido a Carme Canet i Capeta, una periodista cultural con casi cuatro décadas de carrera en artes escénicas, que se encuentra en una situación administrativa y económica límite. La Seguridad Social le ha denegado la jubilación anticipada y, mientras espera la resolución del recurso, no percibe prestación y tampoco figura cotizando, quedando atrapada en un limbo burocrático que la deja sin ingresos.
Canet asegura que el problema comenzó cuando pidió a la Seguridad Social un informe para saber a qué prestación tendría derecho. Así lo contó ella misma en una intervención en RAC1, donde explicó que los documentos emitidos por la Administración ofrecieron tres cómputos de su vida laboral incompatibles entre sí: uno que la situaba con 27 años cotizados, otro con 36 y un tercero con solo 23.
“Absurdo es poco”
Ella misma afirma que en total tiene acreditados 41 años y 10 meses trabajados. Sin embargo, al solicitar un primer informe, la Seguridad Social respondió diciendo que los años trabajados eran 27. “Dada la sorpresa, presenté papeles alegando que quizás no habían tenido en cuenta los años trabajados en Régimen de Artistas”, asegura Carme. Por ello, cambió el día de su jubilación y volvió a pedir un informativo.
En ese segundo informe se declararon 36 años trabajados, nueve de diferencia con respecto al primero. Las respuestas que emite la Administración con carácter informativo no son vinculantes y, por tanto, no garantizan la exactitud definitiva del cómputo hasta que se tramite la solicitud oficial y se revisen las bases de cotización. Por ello, aunque se requieren 38 años trabajados para la jubilación anticipada, Carme la solicitó igualmente.
Sin embargo, el tercer funcionario que revisó su vida laboral contó 23 años trabajos, cuando la periodista afirma que tan solo en la última empresa había estado 26 años. “Ahora tengo denegada la jubilación. He hecho un primer recurso, pero mientras tanto ni cotizo ni cobro. Tres datos absolutamente dispares, frente a una misma vida laboral, hecha por la Tesorería General de la Seguridad Social. Absurdo es poco”, resume Carme decepcionada.
