Muchos desconocen la fórmula para hacer que tu calentador de agua consuma menos y ahorrar en las facturas del hogar
La temperatura es clave.

El otoño ya ha entrado de lleno en España y las temperaturas comienzan a bajar para dar paso a los meses más fríos del año. Ante esto, muchos hogares están haciendo ya cálculos para tratar de ahorrar en las facturas de electricidad. Uno de los electrodomésticos que más consumen son los calentadores de agua eléctricos.
Para tratar de adelgazar las facturas sin congelarnos en el intento, el medio húngaro TEOL apunta cuál sería la temperatura óptima de la caldera. Si es demasiado alta (70-80°C) puede implicar un consumo innecesario de energía. Mientras, una temperatura demasiado baja (40-50°C) aumenta el riesgo de proliferación de bacterias.
Por ello, el medio señala que los electricistas apuntan que el rango óptimo para una caldera es de entre 55 y 60°C. Esto, según aseguran, proporciona suficiente agua caliente y reduce la formación de cal. Esto es fundamental, ya que un electrodoméstico con incrustaciones de cal consume más energía, y esto además reduce su vida útil.
Para tratar de mantener la vida útil del calentador —y evitar el gasto extra que supone tener que comprar uno nuevo antes de tiempo—, recomiendan que un especialista revise el electrodoméstico periódicamente: aproximadamente cada dos años.
Esta revisión debe incluir "la descalcificación, la revisión de la válvula de seguridad, la sustitución del ánodo, la comprobación del aislamiento y la revisión de las conexiones eléctricas", subraya. Por lo tanto, este proceso no solo permite un mayor ahorro energético, también contribuye a un uso seguro.
A pesar de esto, con el paso del tiempo es normal que el aislamiento de las calderas se deteriore, lo que provoca pérdidas de energía y un consumo excesivo. Para paliar el aumento de la factura por este desgaste natural, los expertos recomiendan el uso de aislamientos externos alrededor del electrodoméstico y las tuberías
