Multas, sanciones y trabajadores irregurales: el castillo de naipes del modelo de negocio de Glovo

Multas, sanciones y trabajadores irregurales: el castillo de naipes del modelo de negocio de Glovo

Aunque la actuación de la Inspección de Trabajo se refiere al periodo anterior a la 'Ley Rider', la empresa mantiene las mismas prácticas, según los sindicatos.

Un repartidor de Glovo en Madrid en 2021.Europa Press via Getty Images

Nuevo varapalo contra Glovo. A la acusación principal contra la empresa de usar a falsos autónomos, que ya fue ratificada por el Tribunal Supremo en 2020,  la acompaña esta vez un segundo plato, el empleo de personas sin permiso de trabajo en España. Acompañadas ambas con una guarnición de 57 millones de euros de sanción que se añaden a un acumulado de algo más de 200.

Sin embargo, esta última actuación de la Inspección de Trabajo no se refiere a prácticas llevadas a cabo tras la aprobación de la conocida como 'Ley Rider', sino al periodo anterior, como han señalado fuentes de Glovo a El HuffPost. Adrián Todolí es profesor titular de Derecho del Trabajo de la Universidad de Valencia, y afirma que esto se debe a que "los tiempos de los tribunales" suelen ir por detrás de la actualidad.

La norma, aprobada en 2021, regula la actividad del sector del reparto para que sus trabajadores sean contratados y no falsos autónomos (Trabajadores por cuenta propia que en realidad guarda relación con la empresa a la que presta servicios). Pero a pesar de que la sanción se refiera a actuaciones pasadas, los sindicatos afirman que Glovo no ha variado en exceso su manera de actuar.

Glovo cumple con la ley contratando a los repartidores de sus supermercados y algunos servicios más, pero para el reparto de comida sigue utilizando a los falsos autónomos
Luis Prieto, CCOO

Luis Prieto es secretario general de Negociación Colectiva de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras (CCOO). "Glovo cumple con la ley contratando a los repartidores de sus supermercados y algunos servicios más, pero para el reparto de comida sigue utilizando a los falsos autónomos", afirma Prieto. 

Todolí afirma que la empresa, con la ley, contrato a una parte de la plantilla, pero a otra gran parte la mantuvo como autónoma. El sindicato, por su parte, estima que cerca del 80% de la plantilla de la empresa sigue conformada por falsos autónomos, la empresa, en su comunicado, explica que su modelo actual es "nuevo e inédito en España". Este rotativo ha intentado aclarar si con esto se refieren a la compaginación de trabajadores contratados y autónomos, sin recibir respuesta.

Esta manera de actuar supone una reiteración delictiva "consciente", según el sindicalista, es la que ha hecho que el Ministerio de Trabajo haya amenazado a la empresa con acudir a la vía penal. "En la actualidad siguen incumpliendo la ley a sabiendas", afirma el sindicalista, que por otro lado admite que el sindicato tiene poca presencia en la empresa debido precisamente a que los trabajadores, en su mayoría, son autónomos.

Estas empresas tienen pérdidas porque su interés primario es quedarse con la mayoría del mercado, y una vez que tienen una cuota alta, subir los precios y ya ganar beneficios
Adrián Todolí, profesor titular de Derecho del trabajo en la Universidad de Valencia

Pérdidas y algoritmos

Glovo no es una empresa que genere ingresos, de hecho, el portal especializado en negocios, Bussines Insider, estimaba que terminaría el año 2022 con unas pérdidas que rondarían los 400 millones de euros. 

Por contra, el profesor valenciano explica que esto no debe leerse como una debilidad. "Estas empresas tienen pérdidas porque su interés primario es quedarse con la mayoría del mercado, y una vez que tienen una cuota alta, subir los precios y ya ganar beneficios".

Es un modelo que han seguido "muchas empresas", explica Todolí: "Estas compañías se denominan 'de red, y basan su actividad en adquirir el mayor número de usuarios para aumentar su valor, venderse así a los restaurantes y monopolizar todo lo que puedan el mercado".

Con respecto a los autónomos, Glovo ha declarado en otras ocasiones que si los trabajadores quieren ser autónomos, ellos no pueden negarse a ello. Sin embargo, esa idea tiene un talón de Aquiles: el algoritmo.

Todolí lo explica: "Ellos dicen que con la aplicación les permite a los trabajadores tener más libertad. Pero es el algoritmo el que te dice cómo tienes que trabajar y cuándo, es como tu jefe". La ley Rider deja esto en negro sobre blanco, asegura Todolí: "Si hay una aplicación y un algoritmo, eres un asalariado".

Trabajadores autónomos, cuentas alquiladas y contratos

Los repartidores de Glovo se encuentran organizados en muchos casos a través de grupos de Whatsapp por ciudades. El HuffPost accedió a uno de esos grupos, 'Glovo Madrid', en el que hasta este martes había 596 participantes. Muchos de ellos son extranjeros que trabajan con permiso de trabajo legal, mientras que otros son migrantes, en algunos casos recién llegados, que buscan "alquilar" una cuenta de Glovo o Uber para poder "trabajarla".

Uno de ellos es César, llegó de Venezuela en 2019 en cuanto "tuvo oportunidad" de hacerlo debido a la terrible crisis económica que asolaba el país. "Cuando llegas no tienes una fuente de ingresos y te lanzas a lo que sea rápido y fácil", afirma. Le alquiló la cuenta a una persona que justo conseguía su permiso de trabajo en España.

Es una situación recurrente, asegura César en conversación telefónica con El HuffPost. Actualmente ya tiene permiso de trabajo y sigue ganándose el pan a golpe de pedaleo. Defiende, como muchas personas en el grupo de Whatsapp, su condición de autónomos, ya que afirma que le reporta mayores beneficios, aunque asegura que con la llegada de las contrataciones ahora hay más repartidores que pedidos y sus ingresos "han caído mucho". "Este es un empleo para el que le gusta trabajar 12 horas seguidas, no es para conformistas", sostiene.

En la misma línea que apoya otro repartidor que ha preferido permanecer el anonimato pero que ha accedido a hablar con este medio: "Trabajar con contrato para un restaurante te ofrece un sueldo de 700 o 900 euros, yo en Glovo facturo 150 euros al día y pago mis impuestos". Afirma además que la empresa se encarga de darles un seguro médico y que se "preocupa" por ellos.

Desde CCOO, Prieto no niega que quizás pueda sacarse más rendimiento de la actividad mediante el trabajo autónomo, pero pone frenos a esa afirmación: "Las plataformas pueden funcionar legalmente. Ahora, ¿que dan más rendimiento de manera ilegal? Obviamente, como todas las irregularidades".

La diferencia entre ser autónomo o contratado, sin embargo, también conlleva perjuicios para los primeros de cara a acceder a prestaciones y otros derechos de cobertura, como el paro, por ejemplo. "Si te despiden y estas contratado, tienes derecho a paro, mientras que como autónomo si te dejan de contratar puede que no tengas derecho a paro si no has cotizado específicamente por él, y el proceso para solicitarlo, además es tan complicado que muchos desisten de solicitarlo", afirma Todolí. 

Con la jubilación pasa parecido, depende de la base y luego las prestaciones son mucho menores, con las bajas, igual, asevera el letrado. Todos esos gastos, para los contratados, corren a cargo de la empresa, los autónomos se apañan ellos por su cuenta.

El sindicalista apunta, además a que otros modelos como el de la plataforma Just Eat, que tiene contratados a todos sus trabajadores, han demostrado ser "funcionales". "Cumpliendo la ley también se puede llegar a un modelo de plataformas que sea homogéneo para toda España y que se haga de acuerdo con la legislación vigente", concluye el sindicalista. Para CCOO, Glovo ya es la excepción a la regla en un panorama donde todas las empresas se han adaptado a la ley poco a poco.