Cómo Bizarrap ha revolucionado la música sin moverse de su habitación

Cómo Bizarrap ha revolucionado la música sin moverse de su habitación

El productor ha conseguido crear su propio género dentro del urbano con miles de millones de reproducciones.

Bizarrap en un evento en noviembre de 2021.John Parra via Getty Images

Es difícil tener Spotify, acceder a YouTube o simplemente ver la tendencias de Twitter sin encontrarse con el nombre de Bizarrap. Para el que desconozca el género urbano no será más que otro nombre más en uno de esos amplios listados de artistas que firman las canciones

Sin embargo, este artista que se esconde tras sus características gafas de sol y su gorra, ha conseguido reinventar el género con las sesiones musicales en su estudio y cada producción con un nuevo artista de rap o reguetón se cuela en apenas horas en los rankings de lo más escuchado en Spotify.

“Bizarrap cuenta con la plataforma de habla hispana más grande, con más de 3.000 millones de vistas por su trabajo, colaborando con artistas internacionales desde el estudio de su casa”, señalaba James Corden al presentarle en el programa de entrevistas The Power Of Reinvention.

El DJ y productor argentino de 24 años ha conseguido este éxito con sus Music Sessions poniendo como protagonistas al artista invitado en su estudio —en su habitación sin gran despliegue técnico aparente—, mientras él aparece en un segundo plano en la mesa de mezclas.

El sistema de estas sesiones es el siguiente, tal y como recoge la periodista Carmen Pacheco en un hilo de Twitter, Bizarrap ofrece una colaboración, compone una base exclusiva al artista, le invita a su casa a grabar la canción con la letra que el invitado ha compuesto a raíz de la base.

El argentino juega un papel fundamental en el proceso de composición de la canción y decide cuándo sacar cada sesión... o incluso no sacarla —por ejemplo, se dice que tiene una con C. Tangana, tal y como recuerda Pacheco en un hilo de Twitter—.

Del mismo modo, cada una de las sesiones, numeradas y en orden —excepto el número 23 con Paulo Londra que se saltó en febrero de 2020 para publicarla en abril de 2022, dos años después, con homenaje a Michael Jordan por su dorsal incluido— constituye un hito mensual que medio mundo espera y sus promociones y conceptos lo hacen como un todo que coleccionar.

Por su mesa de arreglos han pasado nombres como Residente, Nathy Peluso, Nicki Nicole, Nicky Jam o Eladio Carrión. Sin embargo, Bizarrap también utiliza su plataforma para dar cabida a nombres más desconocidos de la industria como Show Tha Product o L-Gante.

Su escenario austero: un estudio en una habitación, y tres cámaras con algunos focos de colores, no es una escenografía que hasta ahora se considerase a priori de éxito. Sin embargo, cada uno de estos elementos está estudiado a la perfección para transmitir una cercanía que se ha incrementado más aún con la pandemia y el confinamiento.

“Quiero que los jóvenes de 15 años, como yo fui, se vean reflejados en eso, en mí. Estoy armando el camino para que si sale un productor de 15 años, que quizás ni se identifique con mi música, pero que vean un referente que yo en su momento no veía como productor”, explicó el propio Bizarrap en una entrevista en Filo News.

Este fenómeno no es algo aislado, sino que se trata de un acercamiento al espectador que prima las sesiones de artistas aislados en directo como son las Gallery Sessions o las Colors Sessions, pero con la firma Bizarrap y centrándose únicamente en géneros urbanos como el trap, rap o reguetón.

La clave del éxito de este formato es también que no se repita artista y que se genera una recirculación tanto en Spotify como en YouTube —a través de vídeos recomendados— de uno a otro, sin importar quién sea el protagonista. El género en este caso son las propias sesiones de Bizarrap.

Paralela a esta tendencia a grabar sesiones en una habitación y no elaborados videoclips, está el protagonismo de la figura del productor, anteriormente oscura y en la sombra del artista principal, véase al gran creador de figuras del pop Max Martin.

Lo mismo sucede con otros nombres como Kygo, que consigue liderar festivales de música electrónica DJ, o Finneas, productor, compositor y hermano de Billie Eilish, que también lanzó en 2020 su primer disco en solitario.

Lo que los diferencia de otros productores es que todos ellos cuentan con formación musical. De hecho, en el caso de Bizarrap, su formación musical se ha visto influenciada por su centro escolar, donde se le daba gran importancia a las artes. En su adolescencia compuso canciones por hobby y, con 13 años, empezó a introducirse en el mundo del freestyle.

Gonzalo Julián Conde, nombre real del artista, empezó desde entonces a experimentar con distintos softwares de producción musical hasta llegar a las sesiones de Freestyle creadas en 2018, que han evolucionado a las Music Sessions actuales.

No fue hasta 2019 cuando consiguió colarse en los rankings musicales con una de estas creaciones, la sesión 13 junto a Nicki Nicole, que logró el número 3 en las listas de éxitos de Argentina. A esto le siguió un doble disco de platino con la sesión de Nathy Peluso y el triple disco de platino con Nicky Jam.

Ahora que sus temas son un hito mundial, no es Bizarrap quien espera a que los artistas le acepten su propuesta, sino que todos los artistas urbanos esperan entrar en su peculiar paseo de la fama.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

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Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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