Casado no dimite, se queda hasta el congreso y pide a Feijóo que se presente

Casado no dimite, se queda hasta el congreso y pide a Feijóo que se presente

El cónclave será los días 2 y 3 de abril.

Pablo CasadoEuropa Press News via Getty Images

Acuerdo dentro del PP tras horas de máxima tensión. Pablo Casado no dimite y se quedará como líder del partido hasta el próximo congreso extraordinario, que será los días 2 y 3 de abril, además el actual líder le ha pedido a Alberto Núñez Feijóo que se presente.

Este acuerdo se ha tomado por unanimidad. En la reunión, Casado ha trasladado a los líderes regionales su decisión de no concurrir al próximo congreso nacional, que será convocado por la Junta Directiva que se celebrará el próximo martes.

En el encuentro a puerta cerrada, según el PP, se ha pedido al presidente actual que continúe en su cargo hasta el congreso extraordinario y urgente, que se hará a principios de abril. Por lo que vence a los barones en su intento de cortarle durante la noche la cabeza.

El actual presidente del PP le ha pedido a Alberto Núñez Feijóo que se presente a ese congreso, según fuentes de su entorno.

  FeijóoJ.J.Guillen /EFE

Lo que surge de esta reunión además es la figura de coordinadora general del partido hasta la celebración del congreso a la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra.

Además, se propondrá a la Junta Directiva que Estaba González Pons sea el presidente del Comité Organizador del Congreso: que estará compuesto por al menos un miembro designado por cada organización territorial.

Casado se marchará en el congreso pero logra frenar a los barones en su intento de echarlo ya

Al final Casado ha conseguido su objetivo de resistir hasta el próximo congreso, después de días de presión para que dejara su puesto inmediatamente a través de la operación llevada a cabo desde todos los territorios. De hecho, los barones han pedido dentro mayoritariamente que se fuera ya, pero no lo han logrado.

Los barones, a la salida, han intentando vender otra versión, como que todo ha sido de buen acuerdo entre todos, a pesar de que fueron cuatro trepidantes y tensas horas dentro de Génova. Como decía un barón fuera de cámaras: “Esto no es fácil, como un infierno”.

  Juanma MorenoJ. J. Guillén / EFE

La tarde-noche-madrugada en Génova ha sido de una tensión nunca vista en la sede. El primero en llegar era Alberto Núñez Feijóo, la gran autoridad moral ahora mismo en el partido, para verse cara a cara con Pablo Casado. Era el momento de verse las caras tras estos días de guerra despiadada. Una hora y media a puerta cerrada.

La reunión con todos los barones arrancaba más tarde, casi a las nueve de la noche. Y la mayoría llegaba con un plan diseñado: había que exigirle ya la dimisión y mostrar el apoyo público a Feijóo. Todos los dirigentes territoriales habían destapado sus cartas desde horas antes, aunque algunos querían darle un poco más de margen para una salida digna a Casado. Otros, que fueron casadistas hasta hace nada, llegaban ya con el cuchillo en la boca, como Paco Núñez (Castilla-La Mancha), Fernando López Miras (Murcia) y Carlos Iturgaiz (País Vasco).

Son de aquellos que en las últimas horas le habían dado la espalda al jefe y se habían pasado al bando de los traidores desde su núcleo duro. Dentro de la reunión no ha habido piedad y le han dicho a la cara que tenía que dejar su puesto. Como comentaba un barón: “No ha sido fácil, ha sido un infierno”.

A pesar de lo que dijeron en público, los barones vivieron momentos muy tensos, casi de infierno

El aire de despedida lleva instalado en Génova desde hace días, desde el comité de dirección del lunes. Pero Casado ha intentado alargar esta agonía. De hecho, acudía a primera hora al Congreso de los Diputados, donde ha utilizado un tono solemne y casi de adiós en diferido. Desde la tribuna, reivindicaba el sentimiento noble de la política. Sus diputados se ponían en pie y aplaudían (aunque muchos ya con desgana). Los pocos casadistas que quedan, como Ana Beltrán y Pablo Montesinos, llevaban en su rostro la tristeza. En el entorno del líder lamentan el ensañamiento contra él durante estas horas.

El PP ahora mismo es un partido a la deriva, en el que se dan la mano familias incluso contradictorias, como las de Feijóo e Isabel Díaz Ayuso -que fue vetada en este encuentro y se fue a un partido del Atlético contra el Manchester United en el Wanda Metropolitano-. Se trata de una auténtica lucha de poder, pero la formación tendrá que resolver dudas existenciales y políticas en estos meses tan grandes como la relación con Vox (ahora mismo están en negociaciones en Castilla y León).

Además, todos son conscientes de la pésima imagen que se ha dado en la última semana, protagonizando el mayor terremoto de la derecha española en las últimas décadas. Saben que tendrán que pedir perdón a sus votantes en un momento en el que Vox acecha e incluso da el sorpasso en algunas encuestas.

Los barones quería hoy su dimisión... pero Casado aguanta hasta abril.

 

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