Críticas a Mbappé y su 'mister' por reírse ante la posibilidad de cambiar el avión por el tren

Críticas a Mbappé y su 'mister' por reírse ante la posibilidad de cambiar el avión por el tren

En medio de un debate nacional sobre la reducción de emisiones, el PSG voló para cubrir los 350 kilómetros que separan a París de Nantes, apenas dos horas en tren.

Kylian Mbappe, muerto de la risa durante la rueda de prensa de ayer, tras la pregunta sobre los trenes. FRANCK FIFE via Getty Images

El debate es intenso en Francia: hay que reducir la huella de carbono y cada ciudadano tiene su cuota de responsabilidad, de ayuda en la pelea. Acaba de conocerse que el Gobierno de Emmanuel Macron quiere limitar los vuelos en jet privado y hacerlo a escala europea, por ejemplo, dentro del conocido como “plan de sobriedad” para ahorrar energía y recursos. En este contexto, ha llamado la atención que el equipo de fútbol del París Saint-Germain (PSG), cuyo plantel está plagado de figuras como Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappé, haya decidido volar para cubrir un trayecto de unos 350 kilómetros que perfectamente se puede hacer en tren. Un París- Nantes, que se cubre en dos horas por ferrocarril, hecho en un exclusivo vuelo de Qatar Airways.

A Mbappé y a su entrenador, Christophe Galtier, le han preguntado los periodistas por esta polémica, después de que desde la empresa nacional de transportes se le haya afeado el gesto de tomar un avión y se haya insistido en que el tren se adapta a sus necesidades en términos de “seguridad, rapidez, servicios y eco-movilidad”. Su reacción ha sido casi más escandalosa que el vuelo en sí: ajenos a toda preocupación ambiental, a todo cambio de modelo, los dos se pusieron a reír a carcajadas en la sala de prensa, hasta casi las lágrimas. Sin entender nada. ”¿Por qué no en carro?”, se parten.

Preguntado durante la conferencia de prensa previa al encuentro de Liga de Campeones de mañana ante la Juventus, Galtier se miró con Mbappé y este último estalló en carcajadas, hasta el punto de que tuvo que bajar la cara para que no se viera cómo se tapaba la boca, lo que contagió a parte de los asistentes.

El mister, mientras tanto, mantiene un poco mejor el tipo, pero también sonríe y se tapa la boca para evitar que se aprecie su risa. “Perdone, me temía que íbamos a tener esta pregunta -responde Galtier con cara seria- Para ser sinceros, esta mañana hemos hablado con la empresa que organiza nuestros desplazamientos, estamos mirando si podemos pasarnos al carro de vela”, añade con sorna.

La reacción de los dos deportistas ha generado duras críticas en su país. En las últimas horas, las redes sociales se llenaron de críticas, acompañadas de vídeos en los que se ve a otros equipos de alto nivel y con estrellas en sus plantillas moviéndose en ferrocarril, como el Milan o la Juventus en Italia, o el Liverpool en Inglaterra.

“Qué ejemplo para los jóvenes y quienes les ‘admiran’. Payasos”; “La sobriedad energética es para la plebe. Pobres tipos”; “Es una pena responder de forma absurda y condescendiente”, “No es un tren sino una cesta de ensalada lo que se merecen estos dos”... son algunos de los comentarios críticos que se pueden ver en redes.

Otras de las críticas reprochan que ni Galtier ni Mbappé, intentaran argumentar motivos de seguridad o de logística, como los horarios nocturnos, sino que se limitaron a reír y al comentario del técnico.

La propuesta de un directivo de la empresa estatal ferroviaria SNCF, Alain Kraskovitch, había sido apoyada por la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, quien puso como ejemplo al Real Betis español y su cooperación con la compañía ferroviaria estatal Renfe.

El pasado viernes había sido la ONG antiglobalización Attac la que había cargado contra el futbolista argentino Leo Messi dentro de una campaña en las redes sociales contra los vuelos privados.

Bajo el título “Los ultra-ricos destruyen el planeta”, Attac desveló que “de junio a agosto, Messi ha realizado 52 vuelos con su avión privado, es decir 1.502 toneladas de CO2 (dióxido de carbono). Es tanto como un francés en 150 años”.

El debate se inscribe en el generado por varias ONG por todo el mundo en las últimas semanas sobre el nivel de contaminación que generan los aviones privados en relación a las pocas personas que transportan.