Zarzalejos: "La reina Letizia no permitiría nunca jamás lo que permitió Sofía"

Zarzalejos: "La reina Letizia no permitiría nunca jamás lo que permitió Sofía"

Entrevista con el periodista y autor de ‘Felipe VI, un rey en la adversidad’: “Juan Carlos I no tiene una percepción plena de la realidad”.

Zarzalejos, en el hotel Palace de MadridSERGI GONZÁLEZ

“Su principal virtud puede ser su principal defecto: es un hombre bondadoso”. Esto le confesaba una persona muy próxima al rey actual a José Antonio Zarzarlejos. El periodista ha pasado muchos meses entrevistando y conversando con el entorno del monarca y personalidades para encontrar al verdadero hombre. Ahora lo vuelca en Felipe VI, un rey en la adversidad.

No se trata de una biografía de Felipe VI ni de un libro sobre las conductas de Juan Carlos I, como explica el propio autor, sino de una obra híbrida en la que mezcla el relato de los acontecimientos y episodios no conocidos hasta ahora con un análisis jurídico y político de la situación. Es casi de un thriller de la España de hoy, que no se puede entender sin la de ayer. Un libro en el que el periodista de El Confidencial revela cómo se preparó el discurso del 3-O o cómo son las conexiones entre la Zarzuela y La Moncloa: “La relación entre Sánchez y el rey es bastante más normal de lo que pudiera parecer, pero es desigual”.

¿Cómo es realmente Felipe VI?

Es un rey con una conciencia absoluta de su responsabilidad y como ciudadano es un hombre libre. Y la dignidad en sus decisiones es lo que le define, en público y en privado.

¿Es la antítesis de su padre? ¿Conscientemente él ha creado esa personalidad para no parecerse a Juan Carlos I?

Creo que temperamentalmente son muy distintos, son el reverso. ¿Eso es una construcción del propio Felipe para ser diferente a su padre? No. Creo que el carácter de uno y de otro han sido siempre diferentes. Lo que ocurre es que las diferencias del padre sirven para lo positivo pero también para lo negativo, para lo que se puede y debe hacer como político pero lo que no se puede y debe hacer como jefe del Estado. Por lo tanto, es muy interesante la figura del rey actual porque ha absorbido toda la experiencia de su padre y ha hecho una poda de aquello que debe hacer y de lo que jamás puede permitirse. Ahí tiene el apoyo de la reina, porque no procede de la alta aristocracia ni de una familia real, sino de una vida profesional y de clase media que ha tenido que vivir distintas alternativas y dificultades. Por tanto, tiene contacto con la realidad muy directo, y eso le va a servir al rey extraordinariamente, entre otras cosas también porque la reina es una mujer de su tiempo, es una mujer joven. Por tanto, respecto a conductas que podían producirse en el pasado, ahora hay salvaguardas suficientes para que no se den.

¿La reina Letizia nunca permitiría lo que permitió la reina Sofía?

La reina Letizia no permitiría nunca jamás lo que permitió apesadumbradamente la reina Sofía.

¿Cuál es el punto más débil y el más fuerte del rey Felipe?

Puede parecer contradictorio, pero una persona muy próxima y que le tiene un afecto extraordinario desde que era niño me decía que su principal virtud puede ser su principal defecto: es un hombre bondadoso.

  Zarzalejos, durante la entrevistaSERGI GONZÁLEZ

¿Felipe VI tiene corte?

No.

¿Es un rey solitario?

No, no lo es. Es un rey que habla con mucha gente, diversifica muchísimo su interlocución. La tiene con empresarios, con literatos, con catedráticos, con científicos, con políticos, con personalidades internacionales. Por otra parte, es políglota. Habla perfectamente inglés y francés, tiene lecturas en varios idiomas. Es un magnífico conocedor de la lengua catalana. Es un hombre muy de su tiempo, por lo tanto muy aficionado a las series de las plataformas y es cinéfilo, le gusta cuando puede acudir a las salas. Le gusta también el teatro. Otra de las personas que ha estado muy cerca de él me decía: “Es un hombre que tiene la alegría del conocimiento”. Es decir, disfruta con el conocimiento y el aprendizaje.

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¿El mayor enemigo de Felipe VI es Juan Carlos I?

En términos metafóricos, desde luego que lo es. Le ha legado una corona en la que los méritos de don Juan Carlos son personalísimos, pero sus deméritos recaen también sobre su hijo y la reputación de la institución. Por lo tanto, el rey poco puede aprovechar de los méritos incuestionables de su padres desde 1975 hasta su abdicación, pero tiene que cargar con lo que él ha destruido, que es un intangible: la reputación de su persona. Ha contaminado en cierto modo a la corona. El rey la está reponiendo y, por fortuna, está saliendo bien parado en los estudios demoscópicos. La valoración ciudadana del rey es positiva. Incluso por aquellos estudios demoscópicos que impulsan o encargan medios de comunicación que confesadamente son militantemente republicanos. 

¿Juan Carlos I es una persona corrupta?

Yo ya juicios que impliquen calificaciones de carácter jurídico penal no hago.

¿Acabará sentado en el banquillo de los acusados?

Me parece improbable.

¿Quién toma la decisión de que se vaya de España?

Formalmente la asume el rey Juan Carlos.

¿E informalmente?

Materialmente es una indicación del rey, con el aval del presidente del Gobierno. Además, esta decisión no se hubiera podido producir si no es con el visto bueno del presidente porque es una monarquía parlamentaria y el rey puede hacer según que cosas pero no puede tomar una decisión de esta envergadura si no está refrendado por el presidente. Y más detalle: el rey emérito se ha expatriado, pero con la escolta que depende del Ministerio del Interior. Es una decisión que concierne también a la Presidencia, y así lo ha asumido. 

La ministra de Defensa, Margarita Robles, confesaba en una entrevista con El HuffPost que no le gustaba que el rey estuviera en los Emiratos. ¿Conocían la casa real y el Gobierno el destino? ¿No le hace daño a Zarzuela precisamente que vuelva metafóricamente al lugar del crimen?

Hubo tres condiciones que puso el rey Juan Carlos y que se le aceptaron. Hay que tener en cuenta que don Juan Carlos es un ciudadano libre. La primera fue que el destino lo fijaba él, la segunda era cambiar de destino cuando lo crea conveniente. Tercera: se informará cuando él lo autorice. Se respetaron. Lógicamente ni a la Presidencia del Gobierno ni a la casa del rey les gustó el destino. Ir a los países del Golfo evocaba el episodio más reprobable desde el punto de vista financiero, que es la aceptación de una donación o comisión por un importe de 100 millones de dólares.

Sánchez no quiere tumbar la monarquía, pero tiene el propósito de reducir su dimensión simbólica representativa

¿Está bien psicológicamente el rey emérito?

Bueno, el rey Juan Carlos, primero tiene una edad avanzada, son 83 años. Es un hombre que está muy castigado desde el punto de vista de su salud. En veinte años ha tenido más de una docena de intervenciones quirúrgicas, tiene una movilidad reducida y ha vivido en los últimos años en un cierto aislamiento. Por lo tanto, desde el punto de vista psicológico, se trata de una persona que tiene un cierto quebranto y que no tiene una percepción acabada y plena de la realidad. Por lo tanto, su autoevaluación ética y la valoración que él mismo atribuye a sus comportamientos no es acertada, desde el punto de vista moral.

¿No se cree que haya hecho algo mal, no?

No tiene conciencia de que merezca, por sus conductas, lo que le está ocurriendo. Por una parte, la expatriación, por otra, la investigación y la narrativa mediática, que es de profunda decepción hacia él.

  Zarzalejos responde a una de las preguntasSERGI GONZÁLEZ

Una parte interesantísima del libro trata sobre la relación que existe entre Zarzuela y Moncloa. Algunos apuntes dicen que Sanchez trata un poco de arrinconar al rey y que no quiere contrapesos, pero se da a entender también que no es una conexión tan mala como dan a entender algunos. ¿Cómo es realmente la relación entre Sánchez y Felipe VI?

Es una relación bastante más normal de lo que pudiera parecer, pero es desigual. En el sentido de que Sánchez es un jefe del Gobierno con una pulsión presidencialista como ninguna otra, no tenemos precedente ni en Rajoy, ni en Zapatero, ni en Aznar, ni en Felipe, ni en Calvo Sotelo ni en Suárez. Es el que tiene más pulsión presidencialista, eso lo delata la estructura muy importante que tiene en Moncloa de los servicios de Presidencia. Sánchez no quiere tumbar la monarquía, no lo quiere, asume la Constitución y lo ha manifestado por escrito (lo dijo en agosto en una carta a todos los militantes de su partido), pero sí creo que tiene el propósito de delimitar y reducir la dimensión simbólica representativa de la corona. Lo demostró cuando, desde una forma desde el punto de vista político poco inteligente, vetó la presencia del rey en el acto de la Escuela Judicial en Barcelona. Fue una decisión que no estuvo bien meditada y no se debió de producir.

¿Cómo es la conexión entre Zarzuela y Moncloa?

El jefe de la casa del rey es el que tiene la interlocución con la Presidencia. En La Moncloa quien lleva los temas y la relación directa es fundamentalmente la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que reporta directamente al presidente. Pero lógicamente Sánchez tiene una relación fluida con el rey. La Constitución establece que el rey tiene el derecho a que el presidente del Gobierno le mantenga informado. Y hay un hombre de confianza del presidente que es su director de gabinete, que es Iván Redondo, que en la operación de extradición estuvo presente.

No hay utopía republicana en España, ni tampoco un particular consenso monárquico

Llama la atención cómo describe la relación entre Mariano Rajoy y el rey durante todos los hechos catalanes de 2017 y se da a entender en el libro que Felipe VI no estaba de acuerdo en la forma en la que estaba procediendo el expresidente.

El presidente Rajoy era un hombre muy indolente y con el rey no tuvo choques pero sí hay puntos de vista diferentes. En el caso de Cataluña, hay dos asuntos nucleares en esa relación. Primero, el rey se ofrece al presidente del Gobierno, después de una conversación con Artur Mas en 2014, a dentro de sus funciones constitucionales y sin salirse un ápice de ellas a ofrecerse para ayudar a componer la crisis que se estaba produciendo y eso no es aceptado por Rajoy. En segundo lugar, el rey es muy consciente, porque tenía mejor y constante información, de que el proceso soberanista no era, como creía Rajoy, una fórmula para lograr una posición de negociación ventajosa en materia económica o de autogobierno, sino que era un esprint hacia una declaración unilateral. Eso es lo que lleva al rey al discurso del 3 de octubre porque se da cuenta, como todos, de que el Gobierno ha fracasado en la gestión que le correspondía para evitar un referéndum ilegal. El presidente había asegurado que no se iba a celebrar, pero se celebró, hubo urnas, colegios electorales y resultados. Se produjo un grave fracaso del Estado y el presidente Rajoy, según cuenta José Ignacio Wert, entró en shock. Le faltó capacidad de reacción, que sí la tuvo el rey, ateniéndose al principio de que la Constitución le concierne en este tema, porque es el símbolo de la unidad y permanencia del Estado.  ¿Era una situación crítica? Lo era. El 3 de octubre se dirige a la sociedad española pero también a la comunidad internacional.

  Detalle durante la entrevistaSERGI GONZÁLEZ

Es difícil escribir un libro sobre la institución más hermética. ¿Se lo han puesto fácil en la casa real? ¿Habló con el rey?

Pedí en su momento poder hablar con el rey, pero no fue posible. Me dijeron sencillamente que no, con la máxima cordialidad, pero dijeron que no. He tenido fuentes próximas al rey, sin ellas no hubiera sido posible hacer este libro y que han sido muy generosas. No han sido fuentes anónimas, sino confidenciales. Por lo tanto, pienso que la elaboración del libro se conocía en la casa.

No sé si será casualidad de la vida o una contraprogramación de la casa real: se dio a conocer minutos antes de la presentación del libro la noticia de que la princesa estudiará en Gales. ¿Qué le parece que vaya dos años a un colegio privado en el extranjero la futura reina de España? ¿No está preparado el sistema educativo español para eso?

Es que no se puede llegar a una conclusión negativa para el sistema español. La heredera de la corona y futura jefa del Estado no sale de España para estudiar dos cursos en el Reino Unido porque en España no haya una buena formación, sino simplemente por una razón de nuevos horizontes, nuevas aperturas, nuevas referencias, distintos métodos de aprendizaje. También una nueva convivencia alejada de la protección familiar. Me parece que es una medida perfectamente razonable, que ya su padre ensayó con éxito. No me parece que este asunto merezca ningún tipo de reprobación. No afea la calidad del aprendizaje en España, sino simplemente implica la idea de que tenga nuevos contactos y perspectivas. Añado, después la princesa de Asturias también pasará por la universidad pública española, quizá por un máster internacional y por las academias militares. La futura reina de España tiene que estar perfectamente preparada para el ejercicio de sus funciones constitucionales.

La valoración ciudadana del rey es positiva

¿Cómo se puede interpretar el vídeo que hemos visto de la reina Letizia hablando directamente sobre Internet seguro dentro de la política de comunicación? ¿Una mayor apertura?

Más allá de ese vídeo concreto, iremos viendo cómo se va a produciendo una rectificación en términos de apertura y de mayor comunicación entre los propios reyes y la sociedad. Pero hay que valorar también la delicadeza familiar de los temas que le afectan al rey y la delicadeza del momento político. No sería cabal la explicación de por qué actúa el rey como actúa si no tuviésemos en cuenta que tenemos una crisis territorial muy importante, una sanitaria y una económica, social y laboral. En estas circunstancias, es perfectamente comprensible que se tomen todo tipo de precauciones,

¿Será reina la princesa Leonor?

Sí, será.

¿España es hoy republicana o monárquica?

No hay utopía republicana en España, ni tampoco un particular consenso monárquico. Es un falso dilema. Aquí lo que tenemos que plantearnos es más y mejor democracia o menos y peor. Si la monarquía parlamentaria nos garantiza como en Suecia, Noruega, Reino Unido y Dinamarca más y mejor democracia, monarquía parlamentaria, que además es idiosincrática en la historia de España. Cuando no lo garantice, podemos pensar en otras opciones.