Jill Biden trata de gritar "Sí se puede" en español y las redes no la perdonan

Jill Biden trata de gritar "Sí se puede" en español y las redes no la perdonan

Es que lo que le sale muy parecido no es...

Jill Biden, el pasado enero, en un acto en New Castle, Delaware.Evan Vucci / AP

La primera dama de EEUU, Jill Biden, se ha puesto en la diana de las redes sociales por su intento de pronunciar la famosa frase “sí se puede”, así, en español, durante un encuentro con agricultores en California.

Biden pronunció el lema ante los trabajadores agrícolas con motivo del Día de César Chávez, que conmemora al difunto líder campesino y activista de los derechos civiles. La consigna fue popularizada por Chávez y su cofundadora de la Unión de Campesinos, Dolores Huerta, y fue utilizada como lema por esta organización sindical en la década de 1970, aunque también ha sido adoptada por otros grupos activistas. No es sólo de Podemos, no.

Aunque la doctora universitaria pronunció la frase de manera correcta en otros momentos del discurso, al final del mismo soltó algo más parecido a “sí se pwodway”. Un hecho no pasó desapercibido para los usuarios de Twitter, generando todo tipo de burlas y críticas.

A saber: unos confiesan haber escuchado “see Zimbabwe” (‘ver Zimbabue’) o “seize Zimbabwe” (‘apoderarse de Zimbabue’), o incluso ”¡Sí, se padre!”. Otros directamente no han entendido nada. “Sí se ¿qué? Seguro que alguien le dirá a Jill Biden que puadray NO es una palabra del diccionario español”, escribe una internauta, mientras que otro tuit pregunta si “alguien habla bideneso”. “Descuartiza el idioma”, acusa otro.

Además, hubo quienes recordaron que la exprimera dama Melania Trump “habla cinco idiomas con fluidez”, mientras que Biden “ni siquiera puede decir una línea ensayada en español”, o bien acusaron a la esposa del presidente de “descuartizar el idioma con una simple frase” cuando quiso “presumir de su supuesto español”.

Eso es lo que hicieron los seguidores del expresidente Donald Trump, que precisamente no se destacó por arropar a los latinos ni al idioma castellano y que usó a su mujer de florero, cuando la actual primera dama lleva una agenda cargada de compromisos por los derechos humanos y mantiene su trabajo en la universidad.