Rayo “matagigantes”

Rayo “matagigantes”

Cuando el deporte te enseña que los valores pueden inspirarte para ganar en política y existen infinidad de símiles deportivos aplicables para ella.

Los jugadores del Rayo celebran un gol al Real MadridXinhua News Agency via Getty Images

Lo fácil es ser del Real Madrid, lo difícil es ser del Rayo Vallecano. Cuando el deporte te enseña que los valores pueden inspirarte para ganar en política y existen infinidad de símiles deportivos aplicables para ella.

Admitamos que no estamos en estado de gracia, que no significa que esta situación provenga tan solo de los éxitos del adversario durante décadas.

Asumamos que hemos cometido errores propios demasiadas veces y que, muy probablemente, una parte importante de la afición ha perdido la confianza en el equipo. Esto ha traído que muchos antiguos seguidores hayan dejado de darnos su apoyo, unos han optado por prestarle más atención a otros equipos emergentes con etiqueta de novedad y otros, hastiados del equipo, han optado por pasar del fútbol o interesarse por otros deportes.

La manera de revertir un contexto pasa por entenderlo, de ser consciente de lo que eres en este momento, buscar qué necesitas para salir de donde estás inmerso y crecer a partir de tus valores, cultivados de forma centenaria; son los principios para romper la tendencia.

En el futbol, como en el baloncesto o en otros deportes, los equipos no se construyen de la noche a la mañana. Más todavía cuando se carece de un talonario ilimitado que te permite cambiar al entrenador y la plantilla entera cada tres por cuatro. Antiguamente, cada vez resulta más complicado verlo en el mas alto nivel competitivo, se tiraba de la “cantera” para revitalizar desde abajo a un club que no pasaba por su mejor momento. Esos chicos y chicas en formación que van creciendo hasta tener la responsabilidad de ser protagonistas, que además tienen los valores inmersos en su ADN.

La manera de revertir un contexto pasa por entenderlo, de ser consciente de lo que eres en este momento, buscar qué necesitas para salir de donde estás inmerso y crecer a partir de tus valores

Son esos valores la pieza esencial en todo equipo que desea una comunión perfecta con sus aficionados. Si el Rayo Vallecano y su afición la tienen no es ni por su presidente y directivos.

Cada minuto 13 en Vallecas se canta el “Presa, vete ya”. Es por la transmisión de sentimientos que producen su entrenador y los jugadores en cada partido. Todos saben quiénes son, a quien representan y cuál es su objetivo.

Tienen un liderazgo claro, se sienta en su banquillo cada partido poniendo en práctica una manera muy especial de entender el futbol. Y hay unos jugadores que creen ciegamente en ese liderazgo, en esa forma de jugar, en ese estilo donde lo que importa es el colectivo por encima de lo individual. Que el éxito, por pequeño que sea, solo puede llegar a base de trabajo, un trabajo que imprime valores y unos valores que parten de la humildad y la honestidad.

Por eso en Vallecas nunca jugará un Balón de Oro, ni tendremos a ningún Bota de Oro, apenas hemos tenidos jugadores internacionales con España o en sus países en casi 100 años de historia, pero tenemos otro tipo de jugadores. Aquellos que sienten el escudo, que cada vez que se ponen la franja dan hasta el último aliento en cada partido. Que saben que sus aficionados al día siguiente del partido se levantan a las 6 de la mañana para ir a currar, que se dejan parte de su sueldo por tener la posibilidad de verlos en directo en el campo, de apoyarles hasta la extenuación por verles ganar el partido del fin de semana. Sienten igual y se reconocen unos en los otros, equipo y afición.

Y hay días que los sueños se cumplen, cuando van acompañados de todo lo anteriormente mencionado, y eres capaz de ganar al todopoderoso Real Madrid. Un club repleto de estrellas, una afición acostumbrada a despreciar a los adversarios pequeños y que cuenta con todos los apoyos imaginables, desde el mediático pasando por el económico y terminando con el favor de los árbitros en innumerables ocasiones.

La épica victoria del Rayo del pasado lunes frente al Real Madrid es un símil deportivo extraordinario para la política madrileña. Y yo soy rayista desde que nací, aunque no lo descubrí hasta que hace 27 años pisé el estadio por primera vez.

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Daniel Viondi (Madrid, 1975) es diputado del PSOE por Madrid