'Too fast, too furious'

'Too fast, too furious'

Encadenamos demasiados hechos en tan poco tiempo y de forma tan violenta que nos producen indigestión. El camino para superarlo pasa por la consistencia ante las adversidades.

Una mujer corriendo en una estación de trenes para evacuar a refugiados y desplazados ucranianos por la invasión rusa, en Irpín.Marcus Yam via Los Angeles Times via Getty Images

Si hace dos años nos hubiesen dicho que íbamos a vivir una pandemia mundial, una posterior crisis sanitaria, social y económica, fenómenos naturales inesperados, cambios radicales en la política española y como colofón un escenario internacional de carácter bélico pensaríamos que estarían contándonos una película de catástrofes, made in Hollywood.

Esta semana comentábamos entre varios diputados y diputadas que circunstancia inesperada nos acontecería próximamente. Entre la resignación, y con un punto de ironía, planteamos que la invasión extraterrestre sería el siguiente paso. En apenas dos años, hemos sufrido por encima de nuestras posibilidades. La resiliencia de la sociedad española e internacional a tantísimo acontecimiento esta demostrando la capacidad del ser humano para adaptarse a cualquier contingencia que nos viene.

Somos una inmensa mayoría quienes desconocemos el dolor que supone una guerra, empuñar un arma y jugarte la vida ante otro ser humano

Ahora todos los ojos miran a Ucrania, la invasión de Putin nos tiene tan indignados como preocupados por las consecuencias para la población de aquel país y la incertidumbre ante una crisis mundial de carácter bélico que nos afecte en nuestras propias carnes. Apenas hay una generación de supervivientes en el mundo occidental de las dramáticas vivencias de la II Guerra Mundial, somos una inmensa mayoría quienes desconocemos el dolor que supone una guerra, empuñar un arma y jugarte la vida ante otro ser humano.

Creo que aún no tenemos plena consciencia de los riesgos que tenemos delante nuestra por la locura conjunta provocada por ideales supremacistas sobre la identidad. Los fatalistas, a mi juicio, dicen que la historia siempre se repite, pero con optimismo razonable creo que vamos a superar este terror que nos acecha con la unidad política y militar que nos hemos dotado durante las últimas décadas. Cuanto más firmes seamos en nuestras convicciones democráticas y más templanza tengamos en las decisiones, seremos más consistentes para superar este conflicto irracional creado por Putin.

Feijoo asaltando los cielos de Génova gracias a la mano ensangrentada de Isabel Díaz Ayuso

Me remonto a menos tiempo y a nuestro querido país. Hace tres semanas se celebraban elecciones en Castilla y León, lo de Putin y Ucrania sonaba aún lejos, y ni en el pensamiento más remoto y retorcido, creerías que el PP iba a asesinar en directo a su líder por cuestionar las corruptelas de Ayuso y su hermano. Feijoo asaltando los cielos de Génova gracias a la mano ensangrentada de Isabel Díaz Ayuso.

En apenas dos semanas hemos contemplado como se ha desvanecido entre cuchilladas, traiciones y corruptelas el principal partido de la oposición. El PP de Pablo Casado ya no existe, el cambio de ciclo político que era imparable ha acabado demostrándose que era un invento mediático de los mismos medios de comunicación que le han expulsado de Génova. Aquellos dirigentes que le alababan en público hace menos de un mes, fueron quienes le asesinaron en la séptima planta de la sede corrupta del PP. Ha sido tan rápido y violento que ha sido indigesto, hasta he sentido piedad por Casado, un señor que durante sus cuatro años de liderazgo solo ha traído deterioro a la vida política española a través del insulto y la difamación.

Demasiado rápido y violento, demasiado cruel. Todo es urgente e inminente. Por eso, estimo que solo quienes nos ofrecen templanza y consistencia en tiempos tan turbulentos se hacen acreedores de la confianza, se muestran capaces de superar adversidades y tienen claro el camino que debemos transitar para conquistar el futuro. Por esto, Pedro Sánchez resiste y sigue firme, aunque le lleven intentando derrocar desde que puso un pie en La Moncloa.

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Daniel Viondi (Madrid, 1975) es diputado del PSOE por Madrid