Alemania aspira a tener el ejército más poderoso de Europa con una idea que ya se está considerando "macabra"
Algunos denuncian que provocará que jóvenes perderán la vida en algún conflicto armado por haber sido elegidos de forma aleatoria.
El Bundestag alemán está considerando una reforma crucial del servicio militar que combina el voluntariado con la selección aleatoria para tratar de resolver la crisis de reclutamiento que atraviesa la Bundeswehr de una forma que se obtenga la cantidad necesaria de soldados sin comprometer el principio de voluntariedad.
De aprobarse esta controvertida iniciativa, a partir de 2026, todos los hombres mayores de 18 años deberán completar de forma obligatoria un cuestionario online que evaluará su motivación y aptitudes para el servicio militar. De esta forma, el Ejecutivo podrá identificar a los voluntarios dispuestos a unirse a las fuerzas armadas.
Sin embargo, el proyecto de ley, propuesto por la CDU e inspirado en el modelo danés, donde el servicio militar es obligatorio, pero solo uno de cada cinco hombres es convocado, contempla también un sistema de selección aleatoria: si el número de voluntarios no es suficiente, se realizará un sorteo para cubrir las plazas necesarias.
La opinión pública está en contra
La Bundeswehr quiere aumentar sus efectivos a 260.000 soldados activos para 2035, frente a los actuales 180.000. Este incremento responde al objetivo del canciller alemán, Friedrich Merz, de convertir al ejército alemán en "el más poderoso de Europa". Sin embargo, no le resultará fácil aplicar esta nueva medida, ya que muchos se muestran contrarios a ella.
Para algunos, esta fórmula es una forma de asegurar la equidad, mientras que para otros representa una "idea macabra". Jan Van Aken, líder del partido de izquierdas Die Linke, ha criticado el sistema, alegando que los "desafortunados" seleccionados mediante sorteo terminarán en el campo de batalla, posiblemente perdiendo la vida en un conflicto.
Dentro de la coalición gobernante, la reforma también ha generado fuertes divisiones. Mientras que los aliados conservadores de la CDU/CSU apoyan la medida como una herramienta esencial para cumplir los objetivos militares de Alemania, los socialdemócratas se muestran escépticos.
La crítica se centra en que el sistema de selección aleatoria no tiene en cuenta las capacidades individuales ni las necesidades reales del ejército. El ministro de Defensa, Boris Pistorius, ha expresado su desacuerdo, subrayando que esta propuesta podría resultar injusta para muchos jóvenes.
Buena parte del grupo afectado tampoco está de acuerdo. Una encuesta de Greenpeace ha revelado que el 57% de los jóvenes alemanes se oponen al regreso del servicio militar obligatorio, viéndolo como una vulneración de sus derechos fundamentales.