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Merz, el relevo conservador y distanciado de Merkel que ha hecho historia muy a su pesar

Merz, el relevo conservador y distanciado de Merkel que ha hecho historia muy a su pesar

El ya nuevo canciller de Alemania ha sufrido una derrota en el primer intento de investidura que es insólita en la historia moderna del país. El (pen)último obstáculo de una carrera política de constantes movimientos.

Friedrich Merz, a solas en su escaño instantes antes de ser investido oficialmente nuevo canciller de AlemaniaSean Gallup vía Getty Images

Friedrich Merz es noticia. Algo normal, habiéndose convertido en el nuevo canciller de Alemania, pero posiblemente con un matiz que jamás hubiera deseado. El recién elegido jefe del Gobierno teutón lo ha logrado al segundo intento, tras fracasar en la votación inicial. Algo que jamás había pasado en Alemania desde el final de la II Guerra Mundial

Superado el desconcertante bloqueo por el rechazo de seis diputados de la coalición que arropaba a Merz —democristianos de la CDU, socialcristianos de la CSU y los socialdemócratas del SPD—, el veterano líder conservador respira. Al menos, en parte.

El de este martes por la mañana es el (pen)último obstáculo de una carrera política plagada de ellos. Porque a sus 69 años, Friedrich Merz suma ya el primer problema de una legislatura que ni había comenzado y que augura numerosas brechas internas. 

La fórmula tripartita CDU-SPD-CSU es ya conocida, alternando únicamente el orden de los factores en función de los resultados electorales. Es la misma que sustentó durante largos años a Angela Merkel. Pero, como recoge Rodrigo Zuleta en su perfil en EFE, la identidad de Merz dista bastante de la de la histórica lideresa germana. 

El ya canciller ha destacado a lo largo de su carrera por sus posiciones tajantes, si bien hasta ahora nunca se ha puesto a prueba a un nivel alto de relevancia, ya que nunca ha ocupado un cargo en el Gobierno. Pero también le diferencia su impulsividad, frente a la sangre fría que mostró siempre Merkel a la hora de tener que organizar mayorías parlamentarias.

Las diferencias van más allá de la personalidad. A nivel ideológico, los críticos por la deriva social de la CDU ven en Merz el perfil verdaderamente democristiano que había ido disipándose en anteriores. Así, el político de 69 años nacido en Brilon (Renania del Norte-Westfalia) aparecía como la esperanza de vuelta a los orígenes del partido

Las diferencias entre Merkel y Merz llevaron a que este abandonase su carrera política allá por 2009, dedicándose unos años a la abogacía y otros negocios de empresa privada, como su paso por BlackRock. Caída la todopoderosa líder, era el momento de su vuelta. 

Merz fue elegido finalmente nuevo cabeza de la CDU en 2021, pasando primero a jefe de la oposición al Gobierno de Olaf Scholz y tras unos años de 'espera', vencedor de las recientes elecciones, en pleno hundimiento de los socialdemócratas y con la creciente amenaza de la ultraderecha.

En sus años como jefe de la oposición Merz satisfizo a quienes veían en él la figura de un líder conservador y, como añade Rodrigo Zuleta en EFE, llevó su perfil claramente conservador al punto de presentar ante el Parlamento una propuesta de resolución sobre política migratoria que únicamente podría salir adelante con el apoyo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). La sola posibilidad reabrió numerosas heridas en un país que presume de boicot a cualquier resquicio ultraderechista.

Tras las elecciones, sin embargo, se vio forzado a buscar posiciones comunes con el SPD para formar Gobierno, lo que implicaba hacer concesiones que a algunos le recordaban a la era Merkel.

Uno de las concesiones más claras la hizo incluso antes de que empezasen las negociaciones formales de coalición con la aprobación de una reforma constitucional —para la que se necesitó también un acuerdo con Los Verdes— que implicaba relajar el freno a la deuda, lo que había sido durante años algo intocable para los conservadores.

Aunque el SPD había sido relegado al tercer lugar en las elecciones generales de febrero pasado por la AfD, los socialdemócratas seguían teniendo gran poder negociador ante un Merz que les necesitaba para llegar a la Cancillería. Pero ni ese gesto ni la concesión de tantos ministerios como ha repartido entre su CDU evitán el recelo entre las filas socialdemócratas, con reservas por su potencial cercanía con la AfD, especialmente en materia migratoria.

Si el 'no' inicial en la primera votación se debe a diputados socialdemócratas no se puede saber, toda vez que el voto es secreto, pero sí se sopesa. Al respecto, la plana mayor del SPD ha salido al paso, descartando su implicación en una ronda de reuniones y llamadas exprés para reconducir las posturas y asegurar un Gobierno a Alemania. 

Lo que viene ahora para el nuevo Gobierno es la necesidad de mostrar unidad y armonía para pasar página al fiasco del fracaso en la primera votación y la sombra de la reciente ruptura de la coalición que hace medio año sujetaba el poder en Alemania. 

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es