El avión más grande del mundo bate un nuevo récord de vuelo

El avión más grande del mundo bate un nuevo récord de vuelo

El Stratolaunch supera su propio récord cuatro meses después.

El Stratolaunch en uno de sus vuelosStratolaunch

El avión Stratolaunch ha batido su récord de velocidad una vez más. En esta ocasión, atravesando el cielo de California y cargando con un prototipo de vehículo hipersónico en su fuselaje.

El Stratolaunch, de 116 metros de envergadura, se trata del avión más grande del mundo y en California superó su anterior récord de duración. La aeronave despegó desde el Mojave Air and Space Port de la capital californiana y, rozando los 1.000 km/h, se mantuvo en el aire durante seis horas, superando por una hora su anterior registro, en octubre de 2022.

Llegando a sobrevolar una altura máxima de 7.100 metros, el avión, de 227 toneladas, cargó con el Talon-A (TA-0), un avión de prueba reutilizable de 8,5 metros con capacidad para transportar cargas útiles a velocidad supersónica.

De esta forma, el avión ha demostrado ser capaz de transportar, por segunda vez, el Talon-A. Zachary Krevor, el director ejecutivo y presidente de Stratolaunch, a través de un comunicado, informó de la nueva gesta: "Nuestro increíble equipo continúa avanzando en nuestra línea de tiempo de prueba, y es a través de su arduo trabajo que nos acercamos más que nunca a una separación segura y nuestro primer hipersónico".

La aeronave ha sido desarrollada por la empresa del cofundador de Microsoft (también llamada Stratolaunch), ya fallecido, Paul Allen, y desde la compañía ya han avanzado que el objetivo es que a finales de 2023 puedan conseguir una capacidad operativa total.

La finalidad de estas pruebas es comprobar si puede ser posible usarlo para lanzar vehículos de investigación de vuelos supersónicos reutilizables para clientes que puedan permitírselo.

Los líderes del proyecto, iniciado en 2011, realizaron unas estimaciones de unos 300 millones de dólares, cifra que se vio aumentada tras la pandemia, cuando se elevó el presupuesto a unos 400 millones, según informa la CNBC.

Krevor quiso destacar, una vez más, el logro conseguido, afianzando las mejoras implementadas en para lograr un "óptimo rendimiento general". La máquina, diseñada para una tripulación de tres personas (piloto, copiloto e ingeniero de vuelo), se convirtió en el avión más grande del mundo, tomando el relevo del H-4 Hércules de ocho motores y de la época de la Segunda Guerra Mundial, apodado como el 'Spruce Goose'.