Cambio en la cúpula de Putin: rescata a un exministro y lo coloca en un nuevo puesto clave
De Transportes a Roscosmos, la corporación espacial estatal, que necesita "desarrollarse", tras una serie de reveses y escándalos.

El Kremlin anunció este jueves que el exviceministro de Transportes de Rusia, Dmitri Bakanov, ha sido nombrado como nuevo director de la corporación espacial estatal Roscosmos.
El nombramiento marca el final del mandato de Yuri Borisov en Roscosmos, el hombre que dirigía la corporación desde julio de 2022. La destitución de Borisov fue parte del anuncio del Kremlin sobre los cambios de liderazgo en los esfuerzos espaciales de Rusia, que necesita "desarrollarse", tras una serie de reveses y escándalos. La subida de Bakanov, por su parte, es un espaldarazo notable.
Se espera que Roscosmos, bajo un nuevo liderazgo, "continúe desempeñando un papel fundamental en la exploración espacial y la colaboración en proyectos espaciales internacionales", lo que refleja los intereses estratégicos de Rusia en los avances espaciales, informa el medio DevDiscourse.
"Se trata de una rotación. La corporación necesita desarrollarse de forma dinámica", comentó el portavoz de la presidencia, Dmitri Peskov. Bakanov, de 39 años, se convirtió en el jefe más joven de la agencia espacial rusa desde su creación en 1992.
Antes de su nombramiento, Bakanov, especialista en auditoría bancaria, ocupaba desde 2022 el cargo de viceministro de Transportes y presidió de 2011 a 2019 una empresa de comunicaciones por satélite, Gonets, operadora de Roscosmos.
El sector espacial ruso sufre desde hace años la falta de inversiones, escándalos de corrupción y fracasos como el fallo de la sonda Luna-25, que se estrelló en agosto de 2023.
Esta industria, que cuenta con una larga experiencia que se remonta a la época soviética, ahora se encuentra rezagada respecto a Estados Unidos y China.
En diciembre de 2023 el director adjunto de Roscosmos, Oleg Frolov, y otros dos acusados fueron procesados acusados de malversar más de 4,47 millones de dólares.
Estos problemas no merman las ambiciones de Rusia, que aspira a construir su propia estación espacial para reemplazar la envejecida EEI y retomar las misiones hacia la Luna.